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Vitaminas, por favor

16/10/2021
 Actualizado a 16/10/2021
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Es ese currito que entra en el barfrotándose las manos al filo del mediodía silbando por peteneras mientras alaba el sol que se cuela entre los cristales.

¡Menudo solecito que tenemos hoy!

O ese aluvión de niños que en riadas anega las calles a la salida del colegio. Una madre les lleva en volandas por la calle escuchando los últimos ‘Ecos de sociedad’ del aula de tercero de primaria. «Mamá, Araceli tiene novia».

Es la eterna pareja de adolescentes que se encuentra por los pasillos en los cambios de hora para alargar los minutos enredados en miradas cómplices y en caricias pautadas. Amores de radiador que permanecen ajenos a la algarabía del instituto.

O el saludo alegre de Diana retumbando en los pasillos a primera hora del día, ondeando como una ráfaga de energía que lo anega todo de su entusiasmo vivaz. O quizá la acogida sincera de ese Jefe de Estudios que con mirada franca te felicita por el logro conseguido dejando aparte la feroz burocracia deshumanizante. El saludo amable, la cercanía sincera, el afán por lograr una convivencia más humana.

Son momentos dorados que llenan de destellos el día. La eclosión de la vida que yacíadormida tras la desolación de las olas descontroladas.

Llega el momento de tenderse de nuevo al sol para subir esa maltrecha bilirrubina.

Estallan los colores en las copas de los árboles. Proliferan los vuelos rasantes que pretenden recuperar el ritmo de lo que perdimos.

Es la necesidad de encontrarse con el optimismo de esas personasque la psiquiatra Marian Rojas definió en su libro ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas’ como gente vitamina. Las que te ayudan a buscar una salida y son refugio, que buscan comprenderte sin juzgarte a la par que transmiten alegría e ilusión por vivir. Marian, acaba de publicar ahora ‘Encuentra tu persona vitamina’, que ahonda en las claves para encontrar a esa persona que neutraliza. Enél plantea temas como el apego, la infancia y el amor desde un punto de vista científico, psicológico y humano, y lo relaciona conuna hormona fundamental: la oxitocina,que neutraliza los excesos de cortisol, o dicho en llano y castizo la derrama intempestiva de ‘mala leche’. Ese cortisol que en palabras de Marian, «de mantenerse elevado durante demasiado tiempo, nos lleva a estados somáticos. Podemos programar el futuro, pero nunca controlarlo, porque ese afán nos conduce directamente a la patología».

Será cuestión de proponer como alternativa a los cenizos, quejicasy demás agoreros, la compañía habitual de los soñadores, los emprendedores, aquellos que siempre rebuscan en lo positivo en medio de las dificultades.

Así que no olviden super vitaminamizarse,ahora que el solecito nos acompaña.
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