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Visite nuestro bar... con ludoteca

15/12/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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El jueves pasado este periódico abría con la noticia de que León lidera el ranking de bares por habitante. Esta misma semana, durante la ‘España que madruga’ del genial Carlos Alsina, Fernando Ónega, el mejor embajador de lo nuestro y admirado hijo adoptivo de la provincia, nos contaba que el diario El País, publicaba una catastrófica noticia: ‘En España han cerrado desde el año 2010, más de 18.000 bares’. ¿Han cambiado las costumbres? ¿Dónde se refugia el personal? Sin duda, una mala noticia que merece una gran reflexión. Si el comercio es vida, el bar en una ciudad como León lo es todo. La provincia de León ha perdido 68 locales dedicados a la hostelería, pero es lógico si tenemos en cuenta que estamos también a la cabeza en perdida de población.

Se van 13 habitantes por día pero sólo nos preocupa si las luces de Navidad son más bonitas y luminosas. Yo al igual que el bueno del redactor jefe de este periódico, tampoco soy aficionado a la Navidad, lo digo públicamente, a excepción de la noche de Reyes. Paso de las luces como paso de Papa Noel. Si me preguntasen, yo votaría por invertir ese dinero en fuegos artificiales en la noche de Reyes, al menos seríamos originales, y celebraríamos algo que existe y que no ofrece duda, pero bueno, esto es la opinión de un humano que no disfruta con estas fechas entrañables, pero que reconoce que Ordoño II luce como nunca.

Paseando con la ‘Madre en Apuros’, vi con mis propios ojos algo que al principio me desconcertó, pero que a posteriori y reflexionando sobre ello, me dio otra perspectiva y me cambió el criterio inicial.

Existe cierta gente que se resiste a abandonar el mundo del DYC Cola, personas respetables, que no escuchan a Rosalía y que sólo usan el chándal para hacer deporte. Personas en torno a la cuarentena a los que la noche ya no les llama la atención, normalmente porque han dado el valiente paso formar una familia.

Colocar a los niños es cada vez es más complicado, ya que los abuelos también quieren vivir. La semana suele ser tan dura que el sábado la gente necesita airearse y son muchos los intrépidos que se entregan al vermú con niños y carro. Entre caña y caña siempre hay un momento crucial, ese en el que o te vas para casa a comer o sacas el potito, cambias el pañal en un banco y pides el gin tónic ‘cortito’ y que sea lo que Dios quiera…

Tras tomar una caña en soledad descubrimos un pub con ludoteca, una idea distinta, seguramente criticada por muchos intensos, y celebrada por ‘malospadres’ y ‘malasmadres’, pero que cumple con dos funciones: animarte a tener hijos y por supuesto, fijar población como dicen los empresarios de éxito.
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