‘El silencio del guardián’ supone el debut en el mundo editorial de la autora leonesa con una novela que entremezcla ficción y personajes históricos como el aristócrata, empresario y mecenas Antonio López y López, primer marqués de Comillas, en una trama que transcurre en la villa cántabra de Comillas y en tres momentos distanciados en el tiempo, como son los veranos de los años 1876, 1920 y 2011. «Siempre me ha gustado escribir pero hasta que no me he visto preparada no me he decidido a sacarlo a la luz. Sabía que era el momento, que tenía una historia para la que había investigado durante tres años, documentándome y viajando en varias ocasiones a Comillas. Precisamente he esperado a estar preparada para escribir la novela que yo quería escribir», sostiene esta apasionada por la literatura, el arte y el diseño, que cursó estudios de Gestión y Administración Pública en la Universidad de León y que lleva 18 años trabajando en un estudio de muebles de cocina en la capital leonesa.
Sobre el germen que le llevó a urdir una trama de ficción entrelazándola con hechos y personajes históricos, Virginia Asensio confiesa que el inicio de todo fue el descubrimiento de un cuadro ubicado en el Palacio de Sobrellano de Comillas, en concreto un retrato que le llamó poderosamente la atención. «Yo no investigaba para escribir una novela sino por simple curiosidad, como hago con otras muchas cosas. Me di cuenta de que ese año, 1876, que es una de las épocas en que transcurre la novela, en el seno de la familia López ocurrieron después del verano dos acontecimientos muy relevantes, como fueron la fundación del Banco Hispano Colonial, que significó un gran hito empresarial para Antonio López, y el fallecimiento de uno de sus hijos, que supuso un gran drama y la verdad es que tras ese suceso la familia cambió para siempre. Me di cuenta de que esos hechos coincidían en el tiempo y me dio por imaginar cómo había sido ese verano antes de que estos hechos cambiaran por completo la faz de aquella familia», comenta la autora, que incorpora el misterio a la trama a través de un secreto que se guarda en ese momento y que no se descubre hasta muchos años atrás por parte de la protagonista de la novela, una joven catalana especialista en arte moderno. Preguntada qué le resultó más complicado en la construcción de ‘El silencio del guardián’ si dar con la estructura de la novela o perfilar a los personajes, Virginia Asensio reconoce que siempre tuvo claro cómo tenía que ser esa estructura. «Yo sabía la historia que quería contar y cómo hacerlo. La verdad es que eso salió solo. Tengo la suerte de que las personas de las editoriales y del mundo literario que han leído la novela han destacado precisamente ese aspecto, lo que me ha dado mucha confianza. Lo más difícil ha sido que había poca información sobre algunos aspectos que quería contar, también de algunos personajes. De Antonio López había mucha información relativa a sus empresas pero mucho menos de su persona. Luego, para contar muchos detalles tienes que investigar muy bien la época, no solo la vida de unos personajes y unos hechos sino también las costumbres, las ropas que vestían, los vehículos que utilizaban, la manera de hablar de finales del siglo XIX que difiere de la del presente. Incluso las enfermedades, pues al hablar de la muerte del primogénito del marqués también he tenido que investigar sobre la enfermedad de la época, la tuberculosis».Uno tiene la sensación de que la historia de ‘El silencio del guardián’ podría dar para el guión de una película. «Eso me han dicho algunas personas que han leído la novela. Lo cierto es que cuando lees un libro siempre se genera una película en tu mente. Pero la verdad es que eso lo veo un poco lejano, aunque tampoco descarto que podría llegar a serlo», reconoce Asensio, para quien el marco geográfico supone un personaje más de la trama. «Era obligatorio que el escenario fuera Comillas, aparte de que es una localidad que me encanta desde que la descubrí hace diez años aproximadamente. Además, me gusta mucho el arte modernista y allí encontré las primeras obras de los grandes artistas del Modernismo. He querido también plasmar un poco mi propia visión de Comillas, una localidad que tiene fama de pija, de playa y de chiringuitos, y quería reflejar otra imagen más bucólica, más romántica, más histórica», sostiene la autora leonesa, que considera que los antecedentes artísticos de su familia han contribuido a fomentar su pasión por el arte y la literatura, si bien decidió orientar sus estudios por una rama del Derecho, «aunque al final terminas orientando tus pasos a donde te encuentras más cómoda, y aunque no me dedico profesionalmente a escribir, sí que en mi profesión, desde el punto de vista del diseño, me permite desarrollar una faceta artística y para mí eso es muy importante. Yo creo que para escribir, para pintar o para cualquier otra actividad relacionada con el arte, hay que nacer con algo dentro», argumenta. Virginia Asensio, al igual que muchos otros autores noveles, ha tenido que luchar para convencer a las editoriales de las bondades de su obra. Por suerte, en su caso, no ha tenido que recurrir a la autoedición y después de enviar el manuscrito a diversas editoriales, la cántabra Fanes tomó la decisión de incluir a la leonesa en su nómina de autores publicados. «En mi caso no ha sido cuestión de suerte. No lo quiero pensar porque no es cierto. Yo terminé mi manuscrito en septiembre de 2017 y a partir de ahí me dediqué a buscar editoriales que leyeran mi manuscrito. He tenido muchísimas dificultades por ser un escritor novel, por no tener una carrera detrás que acredite tu condición de escritor. Muchas editoriales ni siquiera se dignaron en contestar, algo que es muy ingrato y muy difícil de asimilar. En mi caso he recibido la propuesta de otra editorial para publicar mi novela, propuesta que tuve que rechazar porque ya había firmado un contrato con la Editorial Fanes, que fue la primera en responder afirmativamente a mi deseo. Para mí ha sido una doble alegría, no solo por encontrar una editorial que apostó por mí sino que luego ha habido otra que también ha depositado su confianza en la novela».
La portada de ‘El silencio del guardián’ fue una elección de la editorial cántabra, con la que la escritora leonesa está completamente de acuerdo. «Me gusta la portada. Es verdad que ha sido una decisión de la editorial, que ha contado conmigo, y creo que ha quedado francamente bien. Me gusta el tono y también su colorido. Hay decisiones que siempre puedes dejar a personas que entienden en ese aspecto más que tú. Pienso que es una portada que para el estilo de novela que hago sí que se lleva», sostiene la escritora, que considera la portada de una novela un elemento importante porque «es lo primero que te entra por el ojo, lo mismo que el título, y lo que te hace acercarte y darle la vuelta para saber de qué trata».‘El silencio del guardián’ ya tiene establecida una hoja de ruta de cara a sus futuras presentaciones, donde además de la capital leonesa también incluye, como no podía ser de otra manera, la localidad cántabra de Comillas, en la que tiene lugar la trama. «Desde el principio la idea era, por supuesto, presentarla en León, porque yo soy leonesa, aunque naciera circunstancialmente en Madrid, y también en Comillas. Lo que pasa es que hemos pillado una época políticamente un poco revuelta respecto a la composición de los ayuntamientos y todo eso y estamos esperando un poco a que la cosa se normalice. Pero sí, habrá una presentación en Comillas y luego se irá viendo qué tal funciona la novela. Ten en cuenta que para mí es una aventura donde todo resulta nuevo. Cada día es una novedad», reconoce la autora, que continúa escribiendo aunque ahora toque centrarse más en la promoción de su primera criatura literaria. «Escribes porque es una necesidad, en cierto modo. Cuando te decides a trabajar en serio en una novela, en un proyecto más ambicioso en el que dejas muchas horas, en el que dejas mucho esfuerzo, pues, claro, el que te la publiquen es un empujón para decir, bueno, a lo mejor es que valgo para esto, porque si no te la publica nadie igual la guardas en un cajón y decides no seguir intentándolo, que en mi caso tampoco creo que hubiera sido posible porque estoy convencida de que hubiera seguido escribiendo. Pero es un gran empujón que te infunde ánimos para seguir perseverando en ello. Desde luego ahora estoy volcada en la promoción de ‘El silencio del guardián’. No puedo dedicar el cien por cien del tiempo. Yo sigo trabajando en lo mío, pero continúo escribiendo y ya tengo algunas ideas para seguir en la senda de la literatura», señala Asensio, que solo puede adelantar que su futuro libro será diferente del primero porque «no soy amiga de las segundas partes y esas cosas. Es diferente, pero dentro de mi estilo, porque creo que al final escribes sobre lo que te gusta y escribes también las novelas que te gusta leer normalmente. Es un poco el estilo de novela que a mí me interesa, pero será diferente».