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Violencia familiar y cinismo

01/08/2017
 Actualizado a 10/09/2019
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El presente artículo podría haberse titulado ‘violencia machista’, pero sería injusto, puesto que la violencia no es algo exclusivo del varón. De ninguna manera lo titularíamos ‘violencia de género’, pues ello supondría que estaríamos de acuerdo con la ‘ideología del género’, y por supuesto no lo estamos. De ahí que hemos optado por titularlo ‘violencia familiar’, que es el equivalente a ‘violencia doméstica’.

Precisamente estos días está a punto de firmarse entre las diferentes fuerzas políticas un acuerdo, casi unánime, pues siempre tiene que haber quien lleve la contraria, al que llaman ‘Pacto de Estado contra violencia de género’. No sabemos si por ignorancia o conscientes de ello, han caído en la trampa de aceptar el lenguaje de la mencionada ideología. Aceptemos, no obstante, su buena voluntad y la persecución de un fin bueno. En todo caso lo tienen difícil y no será fácil de erradicar dicha plaga de violencia.

Tenemos entendido que en los últimos días algún partido político pretende añadir al acuerdo algunas cuestiones relativas al tema del aborto, en el sentido de que una menor de edad pueda abortar sin el consentimiento de los padres. Visto lo visto éste no es el único gran problema. El verdadero problema tiene lugar cuando algunos hijos son víctimas de esta violencia con el consentimiento de los poderes públicos y de la familia.

Cuando se atenta contra la vida de un niño nos encontramos con el agravante de que se trata de un ser inocente e indefenso, lo cual hace esa violencia más cruel todavía. Por eso si hay un caso especialmente cruel de violencia familiar es cuando en el seno de la familia, y en el seno de la madre, se decide actuar violentamente contra el hijo que ésta lleva en sus entrañas. ¿Acaso no es un acto violento triturar una vida humana? ¿Qué diferencia sustancial hay entre matar al niño ya nacido que si se mata antes de que salga a la luz? Ninguna. Se trata del mismo ser humano, con el mismo código genético, único e irrepetible. Mi sobrino a quien bautizamos hace un par de semanas es el mismo que hace un año estaba dentro de su madre, cuando ésta nos anunció su embarazo.

Resulta un tanto cínico e hipócrita hablar de lucha contra la violencia cuando se descarta la defensa de los más inocentes. Se parte de la base de que la vida humana en sus comienzos no tiene ningún valor. Desgraciadamente en este cinismo la unanimidad de los partidos es total. Verdaderamente dan asco.
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