Violencia

22/12/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Guardar
Estamos inmersos en una sociedad que cada vez es más violenta. Tal vez porque estamos atrapados por el estrés, por las preocupaciones, por los problemas que no existen pero que aparecen porque hay personas que buscan tres pies al gato. Por las presiones en el mundo laboral que sobre los trabajadores ejercen los jefes y directivos de las empresas. Por la competitividad y rivalidad entre las personas por conservar un espacio de subsistencia, por la falta de compañerismo y solidaridad en el trabajo, en los centros de enseñanza, en la sociedad en general. En un mundo donde solo prima el personalismo, el egoísmo, en pisar a quien sea con tal de subir a la cumbre.

Te pueden desquiciar muchas cosas. Que una empresa despida trabajadores falseando resultados económicos, que un presidente del gobierno diga en campaña electoral que ha subido las pensiones, cuando todos sabemos que el 80% de ellas han subido tan solo un euro mensual, lo que en pensiones de 600 euros dan para malvivir. Que te digan que España tiene un gran estado del bienestar cuando al día de hoy se ha reducido a la mínima expresión. Se ha reducido en miles el número de profesionales sanitarios, de trabajadores de la enseñanza. Quien no ha sufrido en carnes propias pedir cita para el médico de familia y que te den consulta para siete días después, cuando siempre han sido de un día para otro, consecuencia de la falta de profesionales, que las listas de espera quirúrgica se hayan disparado. Que a pensionistas de 600 euros les apliquen copago en medicamentos. Que nos digan que han hecho una gran ley de educación cuando han fulminada a la mitad el número de becas, cuando nos han subido las tasas universitarias una barbaridad para que solo estudien los hijos de los ricos y un largo etcétera.

Todas estas motivaciones nos pueden crispar, hacer perder los nervios. Pero nada justifica la violencia y la agresión física a los demás, la violencia llama a la violencia. Las cosas se solucionan con democracia, igualdad, libertad y justicia.
Lo más leído