Tanto la regidora como varios concejales, pedáneos, operarios del ayuntamiento y voluntarios han sido los encargados de repartir el material a todos los vecinos de los once pueblos que forman el municipio. Junto a los equipos para hacer frente a la pandemia y teniendo en cuenta la incertidumbre sobre la fecha de vuelta a las aulas o para poder realizar charlas formativas, han aprovechado para entregar también a todos los vecinos una mochila y un documento con información para prevenir la violencia de género.Por otra parte, los viajes entre los once pueblos para repartir el material han servido «para comprobar que las necesidades de nuestros vecinos están cubiertas», afirma la alcaldesa. Durante el estado de alarma, varios vecinos mayores del municipio han seguido recibiendo el servicio de comida terapéutica a domicilio gracias al convenio con la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzehimer de Valdepolo (Afadeva), por lo que, en ese sentido, se encontraban «tranquilos». En el mismo sentido, tanto desde la Farmacia de Villafañe como una trabajadora del Ayuntamiento y varios ediles han trabajado para garantizar el suministro de medicinas a los vecinos que las necesitaran, un esfuerzo conjunto para poder salir juntos de esta crisis.
«Esperamos que esta situación acabe pronto pero, hasta entonces, seguiremos intentando entre todos cuidarnos como debemos», defiende Esther García, orgullosa de la labor conjunta que se está realizando a nivel municipal para proteger a los vecinos, especialmente a los más vulnerables ante el Covid-19, los mayores.
Con el mismo fin, han instalado pantallas de protección en la farmacia de Villafañe y en el Ayuntamiento, situado en la localidad de Villasabariego, donde «quedará instalada esta semana aunque sigamos atendiendo aún por vía telefónica». Junto a esta medida, todos los locales públicos contarán con dispensadores de gel hidroalcohólico.
Por último, el Consistorio estudia la posibilidad de poner en marcha ayudas económicas a los vecinos que puedan necesitarlo, «aprovechando las partidas del presupuesto que no van a poder utilizarse», como las derivadas de las actividades culturales previstas para el verano y que han sido suspendidas hasta el 31 de agosto «a la espera de ver la evolución de la situación».