Villaquilambre prevé abrir al público la Cueva del Moro

El Ayuntamiento quiere contratar a una empresa de arqueología para que diseñe el recorrido con unas sendas tras la limpieza de la zona de acceso

S. Jorge
27/01/2020
 Actualizado a 27/01/2020
Aspecto que presenta la Cueva del Moro, localizada en Villamoros. | MAURICIO PEÑA
Aspecto que presenta la Cueva del Moro, localizada en Villamoros. | MAURICIO PEÑA
El Ayuntamiento de Villaquilambre se ha propuesto recuperar la Cueva del Moro de Villamoros de la Reguera y que sea conocida no solo por sus vecinos, sino también por todos aquellos que quieran ver lo que puede ser un importante enclave turístico para el municipio del alfoz. Para ello, la Concejalía de Eleuterio González Toribio tiene como objetivo iniciar las visitas guiadas a esta zona y así promover que pueda ser un elemento de atracción.

Para poder realizar las visitas, que se prevé que puedan iniciarse a lo largo del año, el Ayuntamiento de Villaquilambre va a contratar los servicios de una empresa de arqueología para que diseñe el recorrido por sendas paseables para todos los públicos, pese a que actualmente el acceso a la Cueva es más que complicado.

De hecho, uno de los trabajos previos a la creación de las rutas es la labor que han hecho los participantes en el programa Ecoterra, ya que arreglaron los accesos y limpiaron la zona, aunque desde el propio Ayuntamiento se reconoce que aún hay que actuar para lograr nuevas mejoras, por lo que se tiene previsto utilizar la edición de este año de este programa para que se puedan culminar los trabajos pendientes y así adecentar la entrada a la cueva. Otra de las iniciativas que pretende impulsar el Ayuntamiento es la firma de un convenio con la Junta Vecinal de Villamoros para que la pedanía se haga cargo de los gastos, de ahí que la idea del Consistorio es facilitar unos 12.000 euros anuales para hacer frente a su gestión.

La Cueva del Moro es una ermita rupestre que consta de una nave, un arco de herradura y un ábside de planta de segmento circular con bóveda semiesférica. Aunque no está claro su origen, se cree que podría ser de estilo romano o del mozarabismo y habría sido tallada hace 15 siglos a la izquierda del río Torío a su paso por lo que hoy es Villaobispo.

Parte del acceso está tapado por los desprendimientos y por la erosión, pero sí se mantiene, aunque muy deteriorado, una sala rectangular de 3,3 metros por 3,5 metros, desde la que parte un paso más estrecho con el arco de medio punto por el que se accede a una planta semicircular con techo abovedado, como un ábside.

Otro dato a destacar de esta cueva es que siempre ha estado rodeada de árboles frutales cuya plantación podría deberse al eremita que se retiró allí, según algunas leyendas, aunque el historiador Claudio Sánchez Albornoz aseguraba en ‘Una ciudad de hace mil años’ que allí vivió un ermitaño. Por eso la teoría más extendida es que después de que en el siglo VI el rey suevo Recilano destruyera Lancia, algunos se retiraran a este tipo de cuevas, aunque también podría ser que la Cueva fuera utilizada como vivienda por algún monje enfrentado a San Isidoro, algo habitual hasta el siglo X.
Lo más leído