Villacé, un tesoro por descubrir

Villacé es un pequeño pueblo del sur de León ubicado en el valle que une Valdevimbre con Villamañán. Una localidad tranquila que guarda en su interior uno de los muchos tesoros patrimoniales del medio rural de León. Es su iglesia parroquial, declarada Bien de Interés Cultural, un edificio que data de 1687, uno de los bienes más preciados por sus vecinos. No es de extrañar una vez que se traspasan sus muros. Su artesonado mudéjar, las esculturas y tallas religiosas o la cajonera de la sacristía son algunas de las muchas cosas de las que presume el templo. Otra es durante estos días el Monumento de la Semana Santa, un lienzo de cuatro capas con el que cubren el altar mayor desde este lunes y que el Sábado Santo volverán a recoger para dejar de nuevo paso a los dorados que presiden la iglesia el Domingo de Resurrección.

Era esta una práctica habitual en las iglesias durante este periodo pero ya solo quedan tres en la provincia de León que la conservan. La estructura va montada sobre poleas y consta de diversas capas que hacen que al mirar al altar la perspectiva de la imagen sea perfecta. Sus orígenes, aunque poco claros, datan del siglo XVIII y a pesar de la solera, los lienzos se conservan impecables gracias al empeño de los vecinos del pueblo que se niegan a perder la tradición que recuerdan ya desde que eran niños.

Pero conservar el Monumento a la Semana Santa supone conservar también la iglesia y eso es lo que realmente preocupa en el pueblo. El estado de deterioro del templo es notable y ello hace que precise de una intervención urgente. Así se lo explicaron este martes a la Subdelegada de Gobierno, Teresa Mata, que acudió a conocer el tesoro de Villacé. "Impresionada" por lo que había visto, Mata se comprometió a llevar la petición del pueblo a las administraciones pertinentes para evitar así que su estado vaya a peor. La preocupación por la conservación y el futuro del templo fue trasladada tanto por el alcalde del municipio de Villamañán al que pertenece el pueblo de Villacé, Higinio García, como por los vecinos de la localidad y por el propio párroco, don Isaías Astorga, quien destacó "el gran valor patrimonial" de un edificio que, al igual que la tradición de tapar el altar, se niegan a perder.