Victorino Alonso y su manual de resistencia

Antonio Arias Terrado
28/05/2021
 Actualizado a 28/05/2021
Después de las últimas noticias sobre las sentencias al empresario minero Victorino Alonso en las que se le acusa de delito ambiental, tanto en Nueva Julia como en la cueva de Chaves en Huesca, presuntamente, he de decir: Victorino Alonso ha sido y es una persona inteligente. Ha usado escudos humanos para evitar las responsabilidades que le pudieran pedir de sus ‘oscuros’ negocios (nunca mejor dicho). Se ha librado siempre. Empezó de la ‘nada’, casi, cuando le ‘vendieron’ o regalaron empresas en crisis y creó un imperio político-económico del cual era el hombre visible. Aprovechó la coyuntura en la que se movía el sector, después de que empezara la reconversión del sector para manejar millones de euros y montar un cúmulo de empresas de tal forma que unas facturaban a otras y la que interesaba la tenía con perdidas y la que no daba beneficios.

Aprovechó las ayudas para poder hacer negocios en España y el extranjero. Manejaba a los trabajadores a su antojo, los movilizaba cuando quería. Para no tener problemas internos dividía a sus trabajadores de tal manera que a uno le daba privilegios para que no apoyara a su compañero, si no le daba la vuelta a la situación. Hacía favores que luego pagaban con creces. Todo lo ‘ilegal’ que ha hecho tenía un responsable que no era él. Pagó con prejubilaciones a amigos poniéndoles en el régimen del carbón sin que supieran ni en que mina se prejubilaron, algo legal pero no ético, mientras muchos trabajadores de subcontratas en el interior de la mina no disfrutaban de ese régimen, estando en el metal o construcción. Manoseó a políticos de todos los colores y algunos luego quisieron crucificarle, pero no pudieron. Hubo empresarios que quisieron aprovechar su tirón y salieron escaldados. Este sí que tiene un manual de resistencia..

Ahora una condena más, que recurrirá y a lo mejor paga otro. Por eso pienso que no entrará en prisión. Lo bueno de este señor, por suerte para muchos, es que no tiene mucha afición a ‘tirar de la manta’..., pero el día que lo haga alguno ya puede esconderse bajo las piedras. Juntas vecinales, ayuntamientos, gobiernos provinciales, autonómicos y nacionales, además de sindicalistas, bancos y cajas de ahorros...

No deja de ser mi opinión sobre lo vivido, documentado y oído.
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