Vías para conservar los pueblos

El mercado de viviendas de segunda mano en los municipios de menos de 20.000 habitantes mantiene la actividad a pesar de la despoblación en una alternativa para evitar que se sigan acumulando ruinas en calles fantasma de muchos pueblos de León

Más allá de los sentimientos, se trata de mantener en pie los pueblos y que sus vecinos no se sientan olvidados
08/10/2017
 Actualizado a 30/08/2019
Ni la crisis ni el fenómeno de la despoblación parecen haber frenado el ritmo de transacciones de vivienda usada en los municipios de menos de 20.000 habitantes. Las estadísticas del Ministerio de Fomento lo atestiguan y los expertos lo corroboran. La venta del antiguo hogar familiar es una tabla de salvación para muchas personas que han dejado atrás el pueblo, pero tampoco quieren ver el fruto del esfuerzo de sus antecesores por los suelos, como explican los agentes. Más allá de los sentimientos, se trata también de mantener en pie los núcleos de población y que los que deseen quedarse o quieran venir no se sientan olvidados. Sean para primeras o segundas residencias, la actividad en el mercado inmobiliario contribuye al mantenimiento de la vida social y genera oportunidades tanto económicas como sociales –varias escuelas en el medio rural ya han evitado el cierre gracias a la llegada de familias de inmigrantes–. En este contexto, la Adminitración debe facilitar estas operaciones, que muchas veces se ven trabadas por las exigencias burocráticas. No se trata de relajarse en la observancia de la normativa, sino de tratar de solucionar con ánimo las situaciones que no se hubieran previsto hasta la fecha. No obstante, cada vez es más fuerte la corriente que se resigna y que trata de minimizar daños porque no todo se puede salvar, no se puede obligar a nadie a vivir donde no quiere, pero sí abrir la puerta a los que quieran llegar y arrimar el hombro para conservar los pueblos.
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