Vía libre para las expropiaciones de la ronda interior en el Espolón

Lo había anunciado el alcalde de León, José Antonio Diez, durante una entrevista concedida a este periódico el pasado mes de noviembre y ahora da al fin sus primeros pasos. La Comisión de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de León dio este jueves su visto bueno a la primera fase de las expropiaciones que permitirán ejecutar el tramo de la ronda interior que accederá por la plaza del Espolón hacia la zona de la Palomera.

Cabe recordar que este trámite se demorará durante un periodo de dos años y supondrá un coste de 3,4 millones de euros, 1,7 millones en el presente ejercicio y una cantidad similar en 2021. El objetivo es derribar los viejos inmuebles ubicados en las calles Fernando I, Alfonso el Justiciero, Perales, La Palomera y Monja Etheria, según se desprende del expediente que este viernes será aprobado también por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de León.

Cabe recordar que el nuevo vial de cuatro carriles que se pretende ejecutar tras la demolición de los edificios enlazaría la plaza del Espolón hasta la calleLa Palomera. En este punto se solventaría el cruce con una rotonda que daría acceso a Monja Etheria, una calle en la que habría que suprimir la banda de aparcamientos y que solo tendría capacidad para dos carriles. A través de esta vía se conectaría con la avenida Príncipe de Asturias, que ya forma parte de la ronda interior de León, que comunica la zona de San Juan de Dios con el Ejido.

La apertura del nuevo vial, no antes de principios de 2022, permitirá acometer la reurbanización y peatonalización de todo el entorno de la muralla en la zona de la avenida de los Cubos y la calle Carreras. Esta operación, que supone aproximadamente una inversión de 2,2 millones de euros podría estar ejecutada en 2023, según la planificación que maneja el equipo de gobierno.

Cabe recordar finalmente que tanto la apertura del nuevo vial de la ronda interior como la peatonalización del entorno de la muralla son proyectos que llevan más de dos décadas sobre la mesa sin que todavía sean una realidad.

Los responsables municipales confían en que esta vez sí puedan ejecutarse después del intento fallido del pasado mandato, cuando la lentitud de los trámites provocó que el dinero reservado tuviera que destinarse a deuda.