20/09/2018
 Actualizado a 15/09/2019
Guardar
Cuando lean esto se habrá producido ya la manifestación social convocada en defensa del tren de vía estrecha, más conocido como el tren de Feve, o con el mucho más romántico nombre del tren de Matallana. Surgió como herramienta de transporte para hacer llegar el oro negro arrancado de nuestras entrañas, el carbón, hasta los altos hornos de Vizcaya donde daba vida a toda la industria de transformación del hierro que lanzó e hizo avanzar el desarrollismo industrial del país. Dicho desarrollo no hubiera sido posible sin los altos hornos vizcaínos (ya desaparecidos), sin el carbón leonés (al que ya han masacrado hasta casi hacerlo desaparecer), y sin el tren de vía estrecha que transportaba el carbón, ese tren al que parece que quieren cargarse por todos los medios.

Dicen que el número de usuarios se ha reducido hasta la mitad, y he de decir que poco me parece y dudo por tanto que ese dato sea real. Perdonen que use un dato personal para justificar lo que escribo. En lo que va de año he usado en cinco ocasiones los servicios de este tren. En cuatro de ellas no he podido pagar el servicio, o lo que es lo mismo, para los gestores de la vía yo solo habré viajado en una ocasión. Solo he cotizado por un 20% del total de lo usado, se ha perdido un 80% de la recaudación que se debiera de haber pagado. Como esto mismo sucedió con todos los que en esas ocasiones compartían viaje conmigo, el número de usuarios está infraestimado. Ni aun queriendo pudimos hacer el pago para así poder justificar que éramos usuarios del tren. Por tanto sus datos son interesadamente falsos. Es innegable el descenso del número de usuarios, pero los datos que nos ofrecen son ciencia ficción. La sociedad leonesa se merece relatos veraces y por tanto el mantenimiento de esta vía en operatividad permanente.

Lo más indignante, a mi parecer, es que quienes más han hecho por llevar a vía muerta este tren se arroguen ahora su defensa y pidan cuentas a quienes siendo también responsables lo son en diferente medida.
Lo más leído