Vestas instalará en Portugal las turbinas de récord ‘lanzadas‘ por un retén leonés

La multinacional danesa suministrará 3 unidades de la V-164, en la que trabajó un equipo de Villadangos en los años 2015 y 2016, para su montaje en Viana do Castelo

D.L.M.
29/10/2018
 Actualizado a 14/09/2019
Portugal tendrá el mayor parque eólico marino flotante. | VESTAS
Portugal tendrá el mayor parque eólico marino flotante. | VESTAS
En plena crisis en la fábrica de Vestas en Villadangos del Páramo que perderá la mayor parte de sus trabajadores a finales de este año con un fuerte impacto en la economía leonesa, la multinacional mantiene los compromisos adquiridos en otros territorios y los proyectos de innovación en marcha. Entre ellos se encuentra el del gigantesco molino V-164, construido por el fabricante de aerogeneradores, con respaldo de Mitsubishi, y en cuya fabricación participó un retén de veinte leoneses, que permanecieron unos cinco meses en Odense (Dinamarca) trabajando en un proyecto que ha acaparado titulares de la prensa especializada por todo el mundo. El primer periodo que pasaron allí abarcó de octubre a diciembre de 2015 y el segundo de enero a marzo del 2016. Una muestra más de la capacidad de trabajo de la plantilla de Villadangos del Páramo que no ha servido para frenar los planes de deslocalización de la fábrica.

El V-164 cuenta con una turbina capaz de generar en 24 horas la energía que necesita un hogar en 70 años. Se trata de la mayor turbina eólica flotante del mundo, de la que Vestas suministrará tres unidades para el parque eólico que se situará en Portugal, el‘Windfloat Atlantic’, promovido por EDPR y Repsol, según han recogido recientementemedios especializados. Situado en la costa de Viana do Castelo, el parque abastecerá a 18.000 hogares en el país luso, según El Economista, y creará 250 empleos en la fabricación, que se llevará a cabo entre Portugal y España, ya que una de las tres plataformas flotantes se construirá en Avilés (Asturias).

Lo que hace año y medio eran buenas noticias y motivo de orgullo para el personal de Vestas en León, ahora representa amargos anuncios que contribuyen a aumentar el rechazo al cierre de la planta leonesa, con un potencial contrastado y buenas cifras de productividad dentro de la empresa. En Odense lo demostraron los leoneses que participaron en el proyecto que próximamente cobrará vida en Portugal. Como explicaba Alejandro Blanco en febrero del pasado año «fuimos a trabajar a allí normalmente, como hacemos aquí, pero enseñando a la gente de allí, codo con codo, porque eran trabajadores con mucha experiencia industrial, pero sin experiencia en el sector eólico en su mayoría», explica Blanco. Buena parte del personal local había accedido a la empresa a través de planes de empleo ligados a la reindustrialización de la zona, y a pesar de contar con una trayectoria limitada en el sector eólico, los leoneses también pudieron «aprender cosas de ellos que se trajeron para España». Seguro de que de León también quedó mucho allí, aunque ahora se valore menos.
Lo más leído