Vega: "Empresas y trabajadores debemos estar preparados para apretarnos el cinturón"

El presidente de la Cámara de Comercio de León, Javier Vega, analiza las consecuencias que la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus y el confinamiento social han tenido para las empresas de la provincia y las perspectivas para la recuperación total de la actividad económica.

– Superamos ampliamente ya un mes de estado de alarma, de confinamiento social y de parón de buena parte de la economía leonesa. ¿Qué sensaciones le deja esta crisis sanitaria, social y económica sin precedentes?
– Resulta difícil poner nombre a las sensaciones de estos días. Empatizar y estar pegado a la realidad de nuestras empresas y nuestro comercio y atender todas y cada una de sus preocupaciones por la salud, por la incertidumbre, por los asuntos económicos y financieros, por el presente y por el futuro hace que nuestra implicación, la de todos los que formamos la Cámara de Comercio, sea, si cabe, mucho mayor y sin escatimar ningún esfuerzo. La crisis que se ha desencadenado no tiene precedente conocido por ninguno de los que ahora estamos al frente de las empresas y de las organizaciones y las consecuencias, graves las ya visibles y las que se prevén en un futuro inmediato, si no se toman las decisiones adecuadas por quienes nos gobiernan, pueden ser irreparables para las empresas y para la sociedad en su conjunto. Y desde luego tenemos que estar preparados para apretarnos el cinturón, tanto los empresarios como los trabajadores, que ya han vivido otras crisis, y han sido actores destacados en la solución de los problemas.

– ¿Cómo valora la amplia respuesta de las empresas a la hora de arrimar el hombro para hacer frente a la crisis sanitaria a través de donaciones y fabricación de material?
– La respuesta de las empresas es la que se esperaba, ejemplar. Se ha asumido el sacrificio que conlleva ver cómo la pandemia se lleva el fruto y el empleo conseguido con tanto esfuerzo, se ha actuado con celeridad, con generosidad, con imaginación y con responsabilidad ante situaciones que, a la tensión de una pandemia de la que aún desconocemos mucho, se ha sumado la improvisación. En cuanto a las donaciones y fabricación de material sanitario, lo cierto es que nadie esperaba que se dependiera en muchos casos de las mismas para ayudar al Estado. En todo caso, reitero que la respuesta de las empresas ha sido ejemplar, se ha demostrado un alto nivel de compromiso, solidaridad y además sin ningún afán de notoriedad, esto hace ver que las empresas tienen alma, y siempre son parte de la solución del problema.

– ¿Ha actuado tarde el Gobierno? ¿Habría sido necesario un parón tan importante de la economía en caso de haber tomado medidas antes siguiendo las recomendaciones de la OMS?
– Está claro que el Gobierno no tiene la culpa del origen del coronavirus y reconozco que es mucho más fácil opinar de cómo se habría gestionado la situación disponiendo de la información que ya tenemos, siendo aún incompleta. Ahora bien, dicho esto, hay que hacer constar también que quienes gobiernan en todos los niveles del Estado tienen la responsabilidad de valorar la inmensa información de la que disponen y actuar en consecuencia. Siempre he defendido que lo primero es salvar vidas y ser total y absolutamente respetuosos con las autoridades sanitarias, acatando todas y cada una de sus instrucciones, no podemos olvidar que se trata de salvar vidas. No obstante, y analizando los datos y la evolución, sí que parece que ha habido probablemente retraso, pero claramente improvisación y falta de planificación.

– ¿Sigue habiendo problemas para que las empresasde la provincia se hagan con Equipos de Protección Individual (EPI)? ¿Tendrían que haber sido también más previsoras?
– Las empresas, en general, han sido todo lo previsoras que podían ser con la información de la que disponían. Después, centralizada la gestión de la pandemia y de los EPI, y con pocas posibilidades a su alcance, las empresas han actuado de la mejor forma posible y con altos niveles de cooperación entre ellas. No hay que olvidar que en muchos casos las donaciones que antes comentaba han hecho que determinadas empresas puedan tener problemas actualmente por falta de EPI. Y teniendo en cuenta que hoy después de más de 30 días, no está totalmente resuelto, estoy convencido de que, si se hubiese contado con el mundo empresarial de forma ordenada, se hubiese resuelto antes.

Nunca ha habido obstáculo que nos haga rendirnos, sino que ante casos así damos lo mejor de nosotros mismos– ¿Le parecen adecuadas y suficientes las medidas de apoyo a las empresas que han aprobado tanto la Junta como el Gobierno?
– Tengo que afirmar rotundamente que ninguna medida de apoyo, por grande que fuera, sería suficiente para evitar el daño que esta situación está suponiendo para el tejido empresarial. Ninguna. Ahora bien, también debo decir que se pueden tomar muchas más de las que se están tomando. Las empresas necesitan elementos básicos para operar: confianza, seguridad, estabilidad. La estabilidad ahora es impensable cuando no sabemos siquiera cómo va a ser la vida dentro de dos meses. Pero la confianza y la seguridad no deberían fallar en ningún momento si pretendemos salir con el menor daño posible de esta situación. Y me temo que están seriamente dañadas. También en el mundo de la empresa. Sin embargo, debo añadir que en estas situaciones, como en casi todas en la vida, detrás de cada decisión, acertada o desacertada, hay personas, y tanto el delegado del Gobierno en Castilla y León como los máximos responsables de la Junta han estado apoyando desde el primer momento nuestras demandas, justas, pero a veces difíciles de satisfacer. La Cámara de Comercio es una entidad colaboradora de las administraciones y en las múltiples reuniones que hemos mantenido con Gobierno, Junta de Castilla y León y Ayuntamientos, nos hemos puesto a su disposición para servir de puente entre las empresas y las propias administraciones.

– Las medidas sólo hablan de incremento del gasto, pero no de reducción de partidas innecesarias o de aumento de la presión fiscal para financiarlas. ¿Qué otras medidas serían necesarias para minimizar daños y afrontar la vuelta a la actividad?
– Es casi un hecho común hablar de los gastos innecesarios, que son muchos. Pero tampoco deberíamos pensar que solo con eso vamos a resolver un problema que tiene dimensiones mundiales. Lo que sí que creo que sería un factor de confianza imprescindible es hacer un ajuste en esos gastos innecesarios, no como contribución a la economía sino como elemento generador de esa confianza. Hay que transformar la mayor parte del capítulo de gastos en inversión, utilizando los recursos las diferentes administraciones para anticipar las inversiones del sector público, acompañado, como no, por las del privado, lo cual ayudaría a recuperar el pulso económico anterior a esta crisis, que se está diciendo tiene forma de ‘uve’, cuestión que no está clara, ya que si no se actúa de forma coordinada a nivel mundial, tanto en las medidas de gobiernos, bancos centrales y modelos de desconfinamiento, la salida se producirá, pero será mucho más lenta y por tanto con más daños. Se suele aludir con frecuencia a la bajada de impuestos como medio de activar la economía. Y es verdad que la reducción de cargas para muchas pequeñas empresas puede suponer su supervivencia y esta es muy necesaria porque, por lo general, la empresa que cierra no vuelve a abrir. Es fundamental que, del mismo modo que cualquier ciudadano en estos momentos tiene que disponer de unos ingresos mínimos, las empresas recibamos ayudas de todo tipo para poder mantenerlas una vez que se empiece a producir y trabajar con una cierta normalidad. Las empresas necesitan moratoria en los pagos, liquidez, avales, reducción de impuestos, planes sectoriales de protección, confianza y seguridad en los gobernantes...

– ¿Cómo está apoyando la Cámara de Comercio a las empresas a la hora de hacer frente a esta crisis?
– De la forma en que lo hacemos siempre, poniendo a su disposición todos los medios técnicos, humanos, de conocimiento y experiencia de los que dispone una entidad centenaria como la Cámara de Comercio. Hemos reforzado todos los canales de consulta, estamos trabajando en propuestas con y para los distintos sectores económicos, se está trabajando en la planificación de la vuelta a una normalidad, que aunque incierta lo será menos con previsión y planes, seguimos asesorando a los exportadores porque es un sector estratégico en nuestra provincia, seguimos ayudando a los emprendedores por que serán necesarios nuevos proyectos que aporten valor y posibilidades de desarrollo y seguimos ofreciendo formación, ahora online, porque también es fundamental para abordar ese futuro. Y por último, nos hemos ofrecido a las administraciones para colaborar en estudios sectoriales para salir de la crisis, contando con las organizaciones empresariales, administración, sindicatos y científicos.

El empresario leonés sabrá salir adelante si trabaja con las menores trabas posibles y será clave para el empleo – Cómo prevé que sea la recuperación de la economía leonesa teniendo en cuenta el reducido peso de la industria y el peso del turismo, la hostelería y el comercio?
– Parece que en la pregunta va implícita la respuesta. Tenemos una estructura económica mejorable pero también aprovechable. Lo mejor que nos podría pasar, enlazando con la respuesta anterior, es que nos dejen trabajar con las menores trabas posibles, también las fiscales, y el empresario leonés sabrá salir adelante como lo he hecho siempre, de forma ejemplar. Los grandes bancos de inversión, dicen que los países del G-10, recuperaran el PIB de 2019 a finales 2021. Esto nos da una magnitud de grandísimo esfuerzo que tenemos que hacer para recuperar cuanto antes las cifras del último año y es posible que no sea en 2021. El comercio tradicional es uno de los sectores que mayores dificultades va a tener y estamos trabajando con ellos en un plan que permita la supervivencia aprovechando este momento para su digitalización y modernización. El comercio de León se está adaptando y preparando para la venta online sin perder nunca su esencia. El turismo y la hostelería necesitan también un plan de reactivación, y en ello estamos. Hay que destacar, que los empresarios grandes o pequeños y los autónomos, en las crisis son capaces de reinventarse de forma rápida si se les apoya con las medidas fiscales y financieras.

– ¿Da por perdida la recuperación conseguida desde el año 2014 tras la crisis económica? ¿Cuánto cree que tardará en volver a levantar cabeza la economía leonesa?
– No damos nada por perdido. En su momento haremos evaluación de daños, pero esto ahora es prematuro. Me temo que nos espera más. En todo caso el empresario leonés ha sorteado crisis y dificultades, en ningún caso comparables a está, pero se ha levantado. Tenemos confianza en nuestras posibilidades y en nuestro esfuerzo, y eso es ya una garantía importante.

– ¿Serán ahora más necesarios aún los proyectos sobre los que debe trabajar la ‘Mesa por el futuro de León’?
– Hemos mostrado públicamente nuestro total apoyo a la ‘Mesa por el futuro de León’. Pero desgraciadamente, tal y como se presentan las cosas, creo que va a tener que esperar a que se produzca una mínima recuperación de la economía en general. Creo que ahora es más necesario hablar de soluciones sectoriales que no de las territoriales.

– ¿Qué papel deben jugar las empresas en esa recuperación?
– Las pequeñas y medianas empresas son creadoras del 90% del empleo a nivel nacional y su papel es imprescindible. Sin empresas no hay recuperación posible. Por lo tanto, los empresarios leoneses estamos por una parte dispuestos a asumir nuestro papel y, por otra, expectantes para que no haya distorsiones que lo condicionen. La defensa de las empresas nos corresponde a todos, sin empresas no hay empleo y ésta es la clave de la recuperación.

– ¿Qué mensaje lanza a los empresarios y a la sociedad leonesa en general a la hora de afrontar lo que resta de cuarentena y confinamiento social?
– Necesariamente positivo. En múltiples ocasiones de nuestra historia hemos demostrado que no hay obstáculo que nos haga rendirnos, muy al contrario, damos lo mejor de nosotros mismos. Y esta ocasión no va a ser diferente. Sólo hay una condición por encima de todas las demás: pelear juntos frente a las dificultades. Ese y no otro es el secreto. Nuestro mensaje es, además, de solidaridad, de agradecimiento y reconocimiento a los sanitarios, personal de servicios, cuerpos y fuerzas de seguridad, y todos y cada uno de los que con su trabajo y dedicación hacen posible, día a día, que tengamos la esperanza de que saldremos adelante.