Vandalizan un Colón londinense realizado por el faberense Tomás Bañuelos

El autor de la escultura considera que esa deriva “acabará con el arte” y lamenta que “se ignore todo el esfuerzo que hay detrás de la obra”

Mar Iglesias
13/10/2021
 Actualizado a 13/10/2021
Parte de la estatua de Bañuelos vandaliza el 12 de octubre.
Parte de la estatua de Bañuelos vandaliza el 12 de octubre.
La estatua de Colón, que lucía en una zona privada de Londres, en el Belgrave Square, parida por las manos del escultor faberense, Tomás Bañuelos, en 1992, ha sido pintada de rojo por el grupo activista Extinction Rebellion, como protesta, en el 12 de octubre, de la “invasión europea” a América, concibe el grupo.

La estatua, situada frente de la embajada de España en Londres, una ubicación que escogió en su momento  Bañuelos entre varias propuestas, ha sido eje de las críticas a las que le han precedido ataques en otras esculturas o su retirada, como cree que ha sucedido con una que realizó en Argentina. Considera que hay que mirar a la historia asegurando que esta figura “sirvió para solidarizarse con el 11-M. Allí se colocaban velas y flores”, recuerda, engordando un sentimiento muy distinto al que ahora ha llevado a vandalizar al Colón que quiso concebir Bañuelos y que fue seleccionado en un concurso que realizó el conservador Mongomeri.

Recuerda que se seleccionó una propuesta de Colón conquistador que él había efectuada, encajada en un presupuesto que no debía pasar de 36.000 euros y que“quería hacer. Si no me hubiera gustado el personaje no me hubiera presentado”. Defiende que debe encajarse en un momento histórico concreto y no en el actual y lamenta la deriva que estos hechos puedan conllevar “tendrán que cerrarse museos y teatros y se acabará el arte”, augura.

Bañuelos recuerda que aquella propuesta del “conquistador” que presentó quiso modificarla a uno “negociador”, algo que acogió Mongomeri. Aunque después comenzaron los problemas con su ubicación, finalmente se ha mantenido en una zona verde de Londres, donde ahora ha sido el símbolo de una colonización. El autor dice que ahora podría repararse, con un tratamiento de chorro de arena, pero considera que tal vez deba quedarse así esperando a que la historia de “otra vuelta”.
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