Valladolid 45 - Ademar 40: 'Sin defensa, adiós a Europa'

El equipo leonés se aleja de la pelea por una plaza continental tras permitir a Valladolid anotar nada menos que ¡45 goles!

Jorge Alonso Macia
24/04/2022
 Actualizado a 24/04/2022
Gonzalo Pérez lamenta una acción en Valladolid. | ISAAC LLAMAZARES
Gonzalo Pérez lamenta una acción en Valladolid. | ISAAC LLAMAZARES
Tan importante en el balonmano es ser capaz de hacer goles como evitar que tu rival te los haga. Este domingo el Abanca Ademar se olvidó en Valladolid de lo segundo y eso le llevó irremediablemente a una dura derrota no solo por el escenario, sino porque deja ya muy en entredicho las opciones del equipo leonés de alcanzar una de las plazas que dan acceso a competición europea.

Permitir 45 goles en este deporte es sinónimo de derrota en el 99% de los casos y ese fue el destino de un Ademar que no se podía permitir fallar en esa carrera por Europa debido a los muchos puntos que se dejó en la primera vuelta en un partido que precisamente devolvió ‘flashbacks’ de ese equipo que necesitaba sangre, sudor y lágrimas para ganar un partido. Incapaces de cerrar el centro, los pivotes de Valladolid se pusieron las botas con más de una decena de goles. Ramos, Álvaro Martínez e incluso Rossell sumaron hasta 12 goles en un equipo que promediaba 28 tantos por partido y llegaba al partido ocupando puesto de descenso. Si a eso se le suman los tantos de penalti y los de los extremos, sobra decir que el Ademar perdió el partido en los 6 metros ya que lo cierto es que no sufrió en exceso con la primera línea pucelana.

Tampoco necesitó el conjunto de Pisonero lanzamientos lejanos ante esa fragilidad defensiva ademarista, en la que ni haciendo aguas el resto entró Soljic en los planes de Cadenas. Es la causa principal de la derrota en un partido en el que ninguno de los dos porteros hizo por salvar el día (7 paradas entre ambos por las 10 en exclusiva del exademarista Yeray Lamariano en la otra portería) y en la que lo único positivo fue que el ataque sí rindió a buen nivel.

Porque se fue hasta los 40 goles el equipo leonés, lo que hace que duela aún más la derrota. La conexión con Santista funcionó a la perfección si bien es cierto que, especialmente en la primera mitad, Malasinskas no estuvo al gran nivel de los últimos partidos. Con los extremos a buen nivel, con Gonzalo yéndose de nuevo por encima de la decena de goles, quizás faltó más aportación de la primera línea, que tuvo un mal día tanto en ataque como en defensa. No se puede culpar a Kim, bien durante la media hora que jugó en ataque. Sin embargo, el resto tampoco encontró ninguna solución que ayudase al equipo si bien Milosavljevic y especialmente Virbauskas tiraron del equipo en algún tramo del encuentro.

Un cóctel que hizo que el equipo leonés fuera a remolque desde el inicio del encuentro durante prácticamente los 60 minutos. El intercambio inicial de goles fue un espejismo, ya que una pérdida ademarista y una parada de Yeray permitieron correr a Serrano y con dos goles consecutivos obligar a parar a Manolo Cadenas el partido ya con su equipo 3 abajo (10-7) con poco más de 10 minutos jugados.

Hasta de 5 goles llegó a ganar Valladolid en la primera parte (23-18), si bien en las últimas acciones de la primera parte un gol de Gonzalo y otro de Kim permitieron al Ademar reducir la renta e irse al descanso mucho más dentro del partido aunque con un marcador que ya dejaba claro que llevarse el partido pasaba por ajustar la defensa (23-20).

Pareció hacerlo el equipo leonés en el reinicio del partido y con una parada de Bomastar y dos balones robados por Santista y Milosavljevic igualaba el encuentro (23-23) en un abrir y cerrar de ojos. Apuntaba el encuentro a cambiar las tornas, más aún cuando en el carrusel de exclusiones que patrocinaron los colegiados (que expulsaron a Tarsicio Freitas por un claro golpe a la cara de Semedo), Fischer y Rosell se iban al banquillo, aprovechando el Ademar la superioridad para ponerse por delante por primera vez en el partido a los 38 minutos gracias a dos goles consecutivos de Casqueiro.

Fue un espejismo. El Ademar era incapaz de contener a los pivotes rivales y Álvaro Martínez con otros dos tantos seguidos y aprovechando un error infantil de Liapis devolvía la ventaja a Valladolid (28-26). Cadenas volvería a parar el partido y el Ademar llegaría a igualarlo de nuevo (31-31) con un buen Virbauskas. Sería la última vez que lo haría.

Desaprovechaba la oportunidad generada por la roja de Freitas el Ademar con un regalo de un Deividas Virbauskas que por el momento no ha demostrado nivel para jugar en la Liga Asobal y la apuesta de jugar con 7 en ataque no le salía bien al técnico ademarista, ya que el problema no era ni mucho menos el ataque sino la defensa.

Desaparecidos los porteros, con Serrano luciendo catálogo de lanzamientos y Ramos haciendo el partido de su vida, dos exclusiones polémicas a Semedo primero y a Milosavljevic por un supuesto mal cambio después terminaron de dejar el partido visto para sentencia abultando incluso aún más el marcador en unos minutos finales ya de la basura hasta el 45-40 final.

Paso adelante de Valladolid en su búsqueda de la permanencia y gigante paso atrás de un Ademar que cada vez necesita más fallos del resto sin contar el hacer un fin de liga casi perfecto para intentar aspirar a Europa. Con la defensa mostrada en Huerta del Rey, a buen seguro no lo logrará.
Lo más leído