Valentín: "Ha sido un Europeo histórico para mí y para la halterofilia española"

Camponaraya no se cansa de rendir ‘pleitesía’ a la reina de la halterofilia mundial. Tras conseguir su cuarta corona europea, Lydia Valentín recibió este viernes el homenaje de sus vecinos, con los que quiso compartir sus medallas y la «felicidad» de haber batido todos los récords.

«Ha sido un Europeo histórico para mí, pero también para la halterofilia española. Conseguir dos campeonatos y trece medallas es una motivación de cara a Tokyo», confesó Valentín, que destacó el «esfuerzo y el trabajo» que se esconde tras los logros recientes. «Yo no soy la responsable del éxito de España. Hay deportistas con mucho talento que llevan años entrenando muy duro. Sí siento que he abierto el camino demostrando que se podía triunfar, pero los que trabajan son ellos y el mérito es suyo», sentenció.

Sí cree que las medallas ‘en diferido’ en Pekín y Londres y el bronce en Río de Janeiro han puesto de moda la halterofilia, un deporte minoritario hasta la irrupción de la berciana. «Hubo un antes y un después. Ahora hay más visibilidad y cobertura», apostilló.

Prueba de ello es el baño de multitudes que ha recibido Valentín y el resto de componentes del equipo nacional tras regresar a España. «No hemos parado en toda la semana, hemos visitado periódicos, nos ha recibido el ministro, el Consejo General de Deportes. Ha sido increíble», recordó la haltera, que en cualquier caso, se queda con el «cariño» de sus vecinos. «Estoy realmente feliz de poder estar otra vez con mi gente. Es verdad que en breve hay que volver a los entrenamientos para preparar la cita de junio, pero ahora toca disfrutar», destacó.

Y es que para poner la guinda a un año que comenzó con su primer oro mundial y ha continuado con su cuarto título continental –la única española que lo ha conseguido–, Valentín se ha propuesto añadir a su palmarés un oro en los Juegos Mediterráneos, una competición que le hace «especial ilusión» al disputarse en Tarragona y su participación se decidió «de repente», aunque no compromete su preparación ordinaria. «Hasta el Mundial todavía queda tiempo y al ser en mi país quiero participar», confesó.

Además de seguir agrandando su leyenda y un palmarés en el que no falta ningún título –ha sido campeona del mundo, europea y olímpica–, Lydia espera que en este año 2018 se pongapunto y final al culebrón que arrancó en junio de 2016 con la cascada de positivos que terminó con la berciana ascendiendo de la quinta a la segunda plaza en Pekín y de la cuarta a la primera en Londres.

Privada de la ‘magia’ de subirse a lo más alto de un podio en unos Juegos –logró resarcirse meses después con un bronce en Río–, el gran objetivo de Valentín ha sido hacer justicia. «Este mes de enero se me entregó la medalla de plata de Pekín y la aportación económica de 48.000 euros que me correspondía, ahora estoy pendiente de recibir el oro de Londres y espero poder cerrar este capítulo este año», explicó.

De hecho, Valentín espera que después de que harta de los malas prácticas por parte de algunos países, la Federación Internacional de Halterofilia (IWF) tomase cartas en el asunto impidiendo la participación en competiciones internacionales a los países con tres o más positivos en los reanálisis de las muestras de Pekín 2008 y Londres 2012, la halterofilia deje atrás una época oscura manchada por el dopaje. «Espero que se hayan concienciado y que vengan a competir como deportistas y en igualdad de condiciones», confesó.