Valdeviejas se encomienda al Ecce Homo a la espera de una buena cosecha

Más de una docena de pendones y un gran número de fieles procesionaron con la Virgen Peregrina y el paso protagonista por los campos, en un acto de bendición

P. Ferrero
07/05/2018
 Actualizado a 12/09/2019
La Virgen Peregrina y el Ecce-Homo saliendo de la iglesia. | P.F.
La Virgen Peregrina y el Ecce-Homo saliendo de la iglesia. | P.F.
Tradición y devoción para bendecir los campos. La localidad maragata de Valdeviejas –municipio de Astorga– celebró este domingo su afamada Fiesta del Ecce-Homo con una romería que aglutinó a más de una docena de pendones y a centenares de personas. Al son de la flauta, las castañuelas y el tamboril, la comitiva salió al encuentro del Pendón de Murias y su Cruz Parroquial, para dirigirse en procesión a la iglesia, donde esperaban el Ecce-Homo y la Virgen Peregrina. Allí, la Hermandad de los Caballeros del Silencio realizó la tradicional ofrenda floral al Ecce-Homo. A su término, y custodiados por las emblemáticas banderas se dirigieron de nuevo hacia la ermita, cruzando los campos colindantes, en un acto de bendición.

El broche de oro de esta esperada jornada lo puso la posterior degustación de la legumbre estrella de Valdeviejas, el garbanzo, y el conocido como bollo del Ecce Homo, rematado con unos cuantos dulces, un baile maragato y una tarde de música tradicional con el tamboritero.

Esta localidad renueva su voto cada año después de que, según cuenta la tradición popular, los vecinos de la Murias se encomendaran a la virgen de la localidad anfitriona, para ayudarles a afrontar las grandes riadas e inundaciones que se habían producido. De esta manera, la Fiesta del Ecce-Homo es, desde entonces, una cita obligada para decenas de devotos y amantes de la tradición.
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