Valdesalamón y Matascalienes chozos en verso... de Llamazares

Los chozos de Valdesalamón y Matascalientes han sido restaurados de hacendera por la Junta Vecinal y la Asociación Cultural de Las Salas y como remate a las obras y para su inauguración han colocados paneles con dos poemas de Julio Llamazares alusivos al oficio, con presencia del escritor en el acto inaugural

Fulgencio Fernández
28/08/2022
 Actualizado a 28/08/2022
Vista exterior de uno de los chozos rastaurados. | LUIS ÁNGEL
Vista exterior de uno de los chozos rastaurados. | LUIS ÁNGEL
Julio Llamazares mantenía una distendida conversación con Argimiro, el veterano pastor de Tejerina que fumaba unos cigarros que él mismo se hace con tabaco de Extremadura, y en un momento determinado le dejo: «Hace diez años que no fumo un cigarro, pero escucho las historias que me cuentas, te veo fumar y te voy a decir una cosa: Si me das un cigarro, lo fumo».

- Ahí va.

Y cuenta el autor de La lluvia amarilla que no imaginó que le produjera tanto placer aquel cigarro que parecía no acabarse nunca pues Argimiro los lía a conciencia. Como hace todo este veterano del pastoreo, nacido en una de las cunas del oficio —Tejerina— y casado en la comarca donde ayer inauguraban los chozos de Valdesalamón y Matascalientes, restaurados bajo se sabia dirección por iniciativa de la Junta Vecinal de Las Salas y la Asociación Cultural El Escubiello. «Lo hicimos todo de hacendera, poco a poco, según Argimiro nos indicaba. Repusimos las escobas, también los camastros del interior y creemos que han quedado realmente bien», explican Luis Ángel, de Las Salas, y Manuel Rodríguez Pascual, el gran experto en todo lo relacionado con la trashumancia, el pastoreo... y también vinculado a esta localidad de Las Salas.

Y el remate de las obras de recuperación de los chozos fue la colocación de dos paneles, uno en cada edificio, con un poema cada uno de Julio Llamazares, con textos alusivos al viejo oficio, la tradición... «Yo vengo de una raza de pastores que perdió su libertad cuando perdió sus ganados y sus pastos. // Durante mucho tiempo mis antepasados cuidaron sus rebaños en la región donde se espesan el silencio y la retama. // Y no tuvieron otro dios que su existencia ni otra memoria que el olvido», comienza uno de ellos, «de extraordinaria belleza, pero que pretendemos que no se haga realidad con iniciativas como éstas de los chozos de Valdesalamón y Matascalientes», explicaba Luis Ángel mientras asiente Rodríguez Pascual con una de sus frases favoritas, «a ver si es verdad, por intentarlo que no quede».

«Con Vox, a niguna parte»


Señalaba Julio Llamazares —que acudió en la mañana del viernes a los citados chozos con las gentes del Escubiello y la Junta Vecinal de Las Salas—lo a gusto que se encontraba en aquel ambiente y con la compañía de Argimiro, el pastor de Tejerina; nada parecido a lo anunciado al inicio del verano cuando anunció en la presentación de una nueva edición comentada de Escenas de cine mudo su intención de no acudir a ninguna actividad, ni ningún espacio que tuviera algún tipo de relación con la Junta de Castilla y León «mientras la Consejería de Cultura esté en manos de la gente de Vox», afirmación que, por otra parte, fue recibida por los asistentes a aquel acto con una cerrada ovación.

Así lo ha venido haciendo y a lo largo del verano ha estado presente en diversas actividades culturales organizadas por asociaciones culturales o el homenaje en la Cepeda a su buen amigo el pintor Sendo.

Por ello, los organizadores de la inauguración de sus poemas en los citados chozos le agradecieron su presencia en los mismos, aunque a primera hora de la tarde tuviera que irse para acudir al entierro de su amigo, el centenario Santos, de Valverdín, fallecido a los 102 años en su pueblo.

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