Va a estallar el obús

16/11/2017
 Actualizado a 19/09/2019
15-11-2017-a-la-contra.jpg
15-11-2017-a-la-contra.jpg
El maestro Angelillo –«filósofo sin ‘títolo¡», en su propia definición– cada vez que estaba a punto de pasar algo, que después nunca pasaba, decía la misma expresión: «Estuve, estuve, si meto la mano al bolso y le doy un duro al rapaz... pero no la metí».

Me acuerdo de él cada día, en cada rueda de prensa, en cada telediario, que siempre estamos a punto. De salvar el carbón, de salvar la leche, de quitar el peaje... «Estuve, estuve...».

Parece que el león, el León, al final va a romper las ataduras, a salir del cascarón que lo inmoviliza, que va a dejar de presumir de que sin León no hubiera España y conseguir que con León haya León.

Estuve, estuve... que llevado a una voz de trueno de los ochenta sería aquello otro de «ves a la gente cómo se mueve / tus golpes bajos no los detienen. // Prepárate / va a estallar el obús».

Y no estalló. Al menos aquí.

Está a punto de estallar, en cada elección, en cada festejo con tapas y vino del grial, con agencia del medicamento por si se resfría. Ahora sí.

«Estuve, estuve...».

Y vuelta la burra al trigo. Otra vez nos anuncian que el león está a punto de romper las rejas de su cárcel, de salir del envoltorio. Y volvemos a creer.

Se nos olvida de que hace 50 años ya nos anunciaban que iba a estallar, a bombo y titular a cinco columnas: «Empieza a amanecer». Y el poeta respondón respondió: «Pasan los días y no amanece. / Pasan las nubes sobre el mar / y no amanece».

¿Y qué pasó? Que secuestraron el poema.

¿Y qué paso? Que el león no rompe nada porque es muy fuerte, de metal... pero no se mueve.
Lo más leído