"Urraca I es el rey de León, ese reino le pertenece"

‘Urraca I de León, primera reina y emperatriz de Europa’, es el nuevo libro del historiador leonés Josá María Manuel García Osuna y Rodríguez, el quinto suyo dedicado a una de las figuras más importantes de la historia de León

Fulgencio Fernández
24/02/2020
 Actualizado a 24/02/2020
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Al hablar del nuevo libro —el quinto suyo— que acaba de publicar el historiador leonés José María Manuel García-Osuna y Rodríguez señala: «En el presente trabajo monográfico y biográfico me he acercado con un interés y rigor enormes, a una de las grandes reinas europeas y, ¡cómo no!, lo es de León, pero ella sabe de dónde viene y a donde va, y por esta razón se intitula siempre como: Emperadora de León y reyna de toda Espanna’. Ella es el Rey de León, ya que ese reino le pertenece, y así signa algunos diplomas».

Pese a la importancia de los títulos García-Osuna quiere recordar la realidad en la que se movió ‘la primera reina y emperatriz’: «Su vida no será, nunca, un camino de rosas, sino todo lo contrario. En una Europa medieval donde se contempla con desconfianza y rechazo el que una mujer ocupe un trono, sea donde sea, ella sucederá a su padre el rey-emperador Alfonso VI el Bravo de León, al morir su hermano Sancho Alfónsez (1108) en la batalla de Uclés».

Repasa el historiador algunos datos biográficos importantes de Urraca I, recordando que primero había sido matrimoniada con el conde Raimundo de Borgoña, «medrador por antonomasia», quien fallecería en Grajal de Campos el 20 de septiembre de 1107, con 37 años de edad; ella tenía 26 años, de este enlace matrimonial nacerían el heredero, Alfonso VII el Emperador de León y la infanta Sancha Raimúndez. «Es necesario otro matrimonio, ya que la curia regia la presiona, y se tiene que casar con uno de los varones regios más destacados del momento, pero su psique no está a la altura de su fuerza física y de su poderío militar, se trata del rey Alfonso I el Batallador de Aragón y de Pamplona, que es un neurótico palpable. Estudiado recientemente su esqueleto, dentro de la historiografía forense, como un varón fornido, robusto y musculado, con una dieta de alto consumo de carne, y de 1’61-1’62 de estatura».

Y esGarcía-Osuna contundente al afirmar que aquel matrimonio «será un desastre continuo, y ella no estará dispuesta a dejarse pisotear en su autoridad y en su dignidad».Por ello, el matrimonio vivirá separado y enfrentado bélicamente. «La reina Urraca Adefónsez la Temeraria no cederá y será la ganadora, plantando cara a todos, incluyendo a su propio hijo y al arzobispo Gelmírez de Compostela. Mantendrá unas relaciones amorosas plenas y satisfactorias con el conde Pedro González de Lara con el que tuvo dos hijos documentados: Elvira Pérez de Lara (c. 1111-c. 1174) y Fernando Pérez Furtado (c. 1114- 1156)».

Recuerda que la reina leonesa fallecerá en Saldaña y fue enterrada en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León. «La reina-emperador de León, Urraca I Adefónsez, tiene una clara concepción de que ella ocupa la titularidad de su reino, y su segundo esposo es el consorte, por lo que siempre firma como Urraca Rex, por consiguiente ella es el rey, y no la reina, ya que en este segundo caso presupondría que el titular es Alfonso I el Batallador, y el hecho es inaceptable para ella».

Apunta el historiador algunos detalles que desvelan que un sentido muy desarrollado de su feminidad o, incluso feminismo, ya que en todas las diplomaturas, y demás documentos regios, entrega de poblaciones a un beneficiario siempre cita: «…con los hombres y las mujeres», ya que tiene bien claro que las féminas no son un simple adorno, o algo que es etéreo y volátil, sino seres con derechos, personalidad y deberes. Es obvio, que lo mismo era escandaloso para la época».
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