«No es lo que necesitan nuestras cuencas mineras, que precisan alternativas que generen empleo, empresas y reindustrialización que evite que esas personas que tienen que abandonar una actividad extractiva –como es la de las minas que tienen una limitación en el tiempo– se vayan», y tengan por contra la posibilidad de seguir ejerciendo su proyecto vital en esos municipios de las cuencas mineras, dijo.
Por todo ello, Luis Mariano Santos remarcó que el documento que se dio a conocer en la noche del martes –firmado tras cerca de once horas de reunión y cuyo texto definitivo se suscribirá el día 24– es «papel mojado» y «no aporta absolutamente nada». En más, estimó que los sindicatos UGT y CCOO, sus cúpulas estatales, «han vuelto a dejarse engañar» y junto al Gobierno central acaban de sellar «el final ya definitivo de todas las cuencas mineras».
También lamentó que no se haya «aprendido la lección» porque a finales del 91, dijo, «cuando se comenzó con la reconversión minera y se plantearon estas mismas soluciones» se demostró que «no servían de absolutamente nada las prejubilaciones ni las ayudas sociales ni los planes en los que se planteaban dos años de paro» porque, al final, lo que ocurrió fue que los mineros agotaron esas prestaciones y se fueron de León y de las cuencas mineras «para buscar alternativas económicas fuera de ellas», advirtió. «Eso es lo que va a pasar ahora mismo. No estamos generando alternativas y seguimos favoreciendo la despoblación».
Otro de los aspectos en los que este preacuerdo ‘cojea’, según Luis Mariano Santos, es en que no se habla de mantener la actividad de las térmicas y no se aportan, en definitiva, «soluciones que nos den optimismo».