El pasado viernes, día 6 de marzo, el rectorado de la Universidad de León formalizó el denominado panel de seguimiento y control, con el que, al parecer, se pretende blindar a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios de la institución frente a la amenaza del Covid-19.
Un empeño nada fácil de lograr con los deficientes y escasos medios anunciados por los responsables de la ULE. Tal vez, el ardor electoral sea un factor determinante a la hora de vender un panel de humo a una comunidad universitaria en la que, parte de sus miembros, realizan continuos intercambios y desplazamientos a otros campus por razones de estudios y/o investigación. Razones estas que, a todas luces, aumentan notablemente los riesgos de contagio. Desde mi humilde opinión, ¡ya quisiéramos poder blindarnos tan fácilmente frente a este nuevo riesgo biológico!
El mencionado panel de seguimiento y control se crea deprisa y corriendo. Se anuncia con demasiado olor publicitario y, a fecha de hoy, se desconocen fehacientemente los nombres de quienes forman el equipo humano que dirige el control y seguimiento de un asunto tan serio para nuestra salud. Sí sabemos que se han excluido a algunos de los profesores que tiene la Universidad de León y que son expertos en este campo de la investigación. A mi entender, una irresponsabilidad grave que sólo es entendible desde la existencia en el actual equipo rectoral de una actitud sectaria, inadmisible si de lo que se trata es de buscar la gestión y los equipos humanos más convenientes para hacer frente a una crisis de salud pública grave.
Como en otras muchas ocasiones, de nuevo llegamos tarde, mal y torcidos a la adopción de aquellas medidas objetivamente más razonables. La mayoría de las Universidades ya disponen desde hace días de enlaces en sus páginas web con recomendaciones para la comunidad universitaria y han diseñado y difundido recomendaciones específicas para el personal que regresa de viajes a zonas particularmente afectadas por la epidemia, para aquellos que se encuentran en alguna de estas zonas o para los alumnos realizando prácticas en instituciones de particular riesgo.
También, en algunas Universidades se han establecido medidas específicas para los alumnos realizando intercambios, ofreciendo la posibilidad de cancelar voluntariamente estancias y estableciendo medidas para regularizar la situación académica. Sin embargo, la mera difusión de la información general del gobierno central y las comunidades que la Universidad de León ha incluido en su página web este fin de semana, está lejos de justificar los titulares de blindaje que se nos publicitan.
En el momento actual, la información contrastada y científica es la mejor arma de la que disponemos en la lucha contra el SARS CoV-2, el agente causal de esta nueva enfermedad respiratoria severa, que de acuerdo a la OMS debemos denominar como Covid-19. Nuestras actuaciones deben estar guiadas por la sensatez y por el conocimiento, a partes iguales, y para ello nada mejor que el ámbito universitario. Demos luz e información y una rápida y cualificada respuesta a todas las dudas de nuestra comunidad. Solo así haremos frente común a este desafío. El mayor riesgo en estas situaciones son la desinformación y el sectarismo.
Ana Carvajal Urueña es Doctora en Veterinaria y experto en coronavirus animales para la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y miembro del equipo de Juan José Fernández, candidato a Rector en las elecciones de la Universidad de León
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