Una voz para emocionar

Eva Juárez se ha hecho un nombre en el panorama musical internacional consiguiendo con uno de sus trabajos discográficos, ‘Lágrimas, Amor...’, la nominación como ‘Mejor disco de música clásica’ en los Grammys Latinos de 2016

Mercedes G. Rojo
11/02/2020
 Actualizado a 11/02/2020
La soprano leonesa Eva Juárez. | SANTOS PERANDONES
La soprano leonesa Eva Juárez. | SANTOS PERANDONES
«Un músico no se puede quedar estancado porque entonces va hacia abajo». (Eva Juárez. Soprano).

De entre todas las disciplinas artísticas, quizás las relacionadas con la música sean de las menos visibles en nuestro panorama artístico, tal vez porque no se nos educa especialmente como espectadores para disfrutarla, tal vez porque nos falten referentes próximos a nosotros ya que, en la mayoría de las ocasiones, triunfar en ellas lleva consigo un voluntario destierro desde la etapa misma de formación. Esa es la circunstancia de la leonesa Eva Juárez, que se ha hecho todo un nombre en el panorama internacional, consiguiendo con uno de sus trabajos discográficos, ‘Lágrimas, Amor…’ dedicado al compositor barroco español Sebastián Durón, además de otros destacados premios, la nominación como ‘Mejor Disco de Música Clásica’ en los Grammys Latinos de 2016.

Las dificultades con las que alguien que desea dedicarse a la música de forma profesional puede encontrarse a lo largo de su formación se convierten a veces en una verdadera carrera de obstáculos. En el caso de Eva Juárez, comenzó cuando, con 5 o 6 años, en el Conservatorio leonés, le dijeron a su madre que no tenía aptitudes musicales. Sin rendirse, buscó para ella otras opciones y se incorporó a las aulas corales de San Claudio, incluso un año antes de lo que solían hacerlo sus compañeros. No las abandonaría en toda su etapa escolar, participando incluso en otros coros. Posteriormente, tras una formación por libre, se desplazó a Oviedo para realizar en su Conservatorio Superior los estudios de canto. Al terminar esta fase se dio cuenta de que le faltaban cosas en el sistema español, y optó por irse a Zurich como la mejor opción, donde se licenciaría en Canto en la Hochschule für Musik und Theater. Allí coincidiría con otros alumnos españoles, siendo sin embargo la primera que lo hacía como cantante, aspecto que causaba bastante sorpresa pues dice que desde aquí no somos conscientes de «la notable fama que tienen los cantantes españoles». Además de su formación oficial, y respondiendo a la idea de que para no descender hay que seguir siempre avanzando, ha recibido clases de prestigiosos cantantes, que le ha permitido hacerse con un poso que le permite afrontar los diversos proyectos en los que se involucra. De cada uno de ellos ha ido aprendiendo aspectos diferentes pero entre todos ellos le gusta señalar a Carlos Mena «porque además me permitió abrir muchísimo la mente».

Reconoce el mundo de las sopranos como muy competitivo, «somos muchas y el nivel de exigencia es por lo tanto mucho mayor, aunque eso no es malo porque nos hace tener que superarnos día a día», y aún así ha conseguido hacerse un nombre a nivel internacional, no solo como intérprete de música antigua –especializada sobre todo en barroco (una de sus especialidades es precisamente el barroco español, con composiciones de Sebastián Durón o Nebra entre su repertorio)– sino que también es reclamada para interpretar música contemporánea de la que también disfruta considerablemente. La conocen como solista en importantes escenarios del mundo, incluidos Tokio o Yale (EEUU). De todos esos viajes, de todos esos proyectos, reconoce que cada uno le ha marcado profesionalmente. También en casa hemos podido disfrutar en alguna ocasión de su arte, como cuando en la primavera de 2017, interpretó el 'Salve Regina' de Pergolessi, en el Auditorio Ciudad de León, junto a la Joven Orquesta de León y David Palanca al clave. O en el concierto 'Cantos del alto Torío' que tuvo lugar en agosto de 2018 en la Iglesia de Vidanes.Además de en Canto, licenciada también en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de la Rioja, compagina la interpretación con la docencia, habiendo impartido clases en diversos Conservatorios hasta llegar al Conservatorio Superior de Música de Las Palmas de Gran Canaria. Considera que el actual sistema educativo español no permite demasiada compatibilidad entre ambos ejercicios, poniendo trabas continuas a los docentes, olvidando que para este tipo de enseñanza es imprescindible la experiencia que se puede aportar al alumnado desde el propio ejercicio de la interpretación, para lo que se ha de estar en continuo contacto con los escenarios, aspecto que la rigidez en torno al horario en el sistema español dificulta en demasía; uno de los «contras» que tiene esta compatibilización de aspectos en la profesión, aunque como «pro» destaca el hecho de que permite al docente estar siempre en constante aprendizaje pues le permite enfrentarse a dificultades o retos que no siempre le han surgido en su propio desarrollo, y que le toca investigar para ser capaz de dar una adecuada respuesta u orientación al alumno.

Y hablando de investigación, este es otro de los campos en lo que participa Eva Juárez, de ahí la transcripción de partituras realizadas para ya el mencionado disco sobre Sebastián Durón o su participación junto a Paula Ríos en el proyecto ‘Viento de plata’ sobre Jesús Bal y Gay y Rosa García Ascot, dos representantes de la Edad de Plata (Generación del 27), un trabajo en el que combina musicología e interpretación. Sin duda una figura muy completa dentro del panorama musical actual. Descúbranla.
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