Una vida queriendo ser

21/10/2020
 Actualizado a 21/10/2020
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Nos pasamos la vida queriendo ser. Y se nos va la vida sin haberlo sido. Como decía la vieja pintada del cementerio: «Toda la vida esperando que pasara algo... y se nos pasó la vida».

Nos vendieron la moto de que andaríamos todos en bicicleta, queriendo ser como Holanda, pero ni somos holandeses, ni las calles tienen un carril para que circules por él, ni los coches te van a respetar, muchos peatones se asustarán cuando silbas avisando que vienes y, cuando se acabe el carril, te insultarán por las aceras y te pitarán cuando bajes de ellas.

Pasamos la vida, mejor nos vendieron la moto, pensando en lo elegante que le resultaría a la capital al recorrerla en tranvía, queriendo ser Vitoria, Zaragoza o Granada; pero no tenemos calles para el tranvía o dinero o mentes que lo organicen y nos quedamos solo con el dicho de otros que tuvieronque claudicar: «En Alcalá no hay tranvía, tampoco tenemos metro, pero tenemos un vino que resucita a los muertos» Y, además, con tapa.

Pasamos la vida soñando un modelo de educación como en Finlandia y hasta un ministro —Julio Rodríguez— decidió que nuestros estudiantes empezaran el curso en enero, hasta diciembre, como los listos fineses... pero no pensó que en julio y agosto se podrá ir a clase en Helsinki, pero en Jaén, Córdoba y hasta en León, uff.

Y así resulta que dos bicicletas quieren ser parque móvil, pero.
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