Una temporada atípica marcada por la pandemia y la muerte de miles de truchas

Cerrada la pesca en las aguas trucheras / Los regadíos descontrolados echan a perder la recuperación progresiva durante 6 años de la fauna en los ríos naturales

Rodrigo Prado Núñez
19/10/2020
 Actualizado a 19/10/2020
Un pescador disfruta de su actividad en el río Porma. | R.P.N.
Un pescador disfruta de su actividad en el río Porma. | R.P.N.
El jueves día 15 de octubre, se completó el cierre de la temporada de pesca en todas las aguas trucheras de nuestra provincia.

El mecánico manejo de los caudales, en los ríos regulados por las presas, condicionó muy mucho la pesca en todos los tramos por debajo ellas, pero fue en estas fechas, al final de la temporada, cuando nos ofrecieron su mejor cara. Esla, Órbigo, Porma, Luna, Sil y Cea han sido muy visitados en estas últimas semanas y su comportamiento ha sido desigual. En superficie, a mosca seca y a la leonesa, se pescaron muchas truchas de la medida, pero las grandes truchas hubo que buscarlas con ninfas a medias aguas y por el fondo.

La fuerte presión de riego en en el tiempo más caluroso dejó tramos secos que acabaron con las truchas Lejos queda aquel día que se publicaba, en la pagina de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que la apertura de la veda de la trucha, que estaba prevista para el día 28 del mes de marzo, quedaba suspendida ante la situación de emergencia de salud pública producida por el coronavirus COVID-19 y teniendo en cuenta lo contemplado en el artículo 7 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaraba el estado de alarma, se informaba de que la actividad de la pesca no se encontraba incluida dentro de los supuestos que permitían circular por las vías de uso público. De tal manera que las truchas se pasaron prácticamente toda la primavera sin ser molestadas y únicamente a partir de que Castilla y León entró en la Fase 2 de la desescalada se pudo pescar en la provincia de residencia. Pero por si esto fuera poco, La Junta determino cerrar los municipios de León y San Andrés del Rabanedo a partir del día 6 de este mes, de tal manera que los pescadores residentes en ellos no pudieron salir a pescar las dos últimas semanas de la temporada.

Es triste recordar que, a consecuencia del Covid-19, se suspendiera la 54ª Semana Internacional de la Trucha (2020), que estaba prevista en la provincia de León entre el 5 y el 14 de junio de 2020 y que también se suspendieran muchas actividades relacionadas con la pesca y programadas por colectivos y sociedades de pescadores. Igualmente recordamos como los regadíos descontrolados echaban a perder la recuperación progresiva durante 6 años de la fauna, en especial de las truchas, de nuestros ríos naturales.Así es el caso de los ríos Torrestio y Duerna donde los agentes medioambientales no dieron abasto a salvar los peces que quedaban atrapados en charcos por desaparecer la corriente del río. La fuerte presión de riego que soportaron durante el tiempo más caluroso y que dejó tramos totalmente secos provocó la muerte de miles de truchas. También, aparecieron cientos de truchas muertas en el río Torío, por debajo de la piscina municipal de Matallana de Torío. Esto, que no es la primera vez que sucede, parece que no hay mucho interés en esclarecerlo.

Aunque se intensificó la vigilancia sobre los furtivos, muchos siguen matando truchas fuera de la ley Al final, entre unas cosas y otras, no podemos hablar de un balance positivo. Fue una temporada con muchos altibajos, pero hay que reconocer que las circunstancias no fueron favorables y así lo manifiestan la mayoría de los pescadores. Le decimos adiós esperando que la próxima temporada sea mejor, seguiremos pensando en la pesca y en el río todos los días. Es triste alejarnos de lo que nos gusta, pero nuestra alma no queda desconsolada porque sabemos que esta parada bilógica es tan natural como necesaria para que los ríos descansen y proteger la época de reproducción de la trucha. Nos despedimos, sí, pero ya estamos contando los días para dar la bienvenida a lo próxima campaña y soñando con esos peces que nos esperan entre reflejos de agua para complacernos y calmar nuestro espíritu.

Lo peor de la veda es que los ríos quedan solitarios y a merced de los cormoranes y furtivos. Cormoranes que ya planean sobre sus aguas en busca de su alimento preferido, los peces. Aunque sabemos que se ha intensificado la vigilancia sobre los furtivos son muchos los que siguen matando truchas fuera de la ley, es de esperar que no se baje la guardia por el bien de todos. También es preciso contralar la contaminación de los vertidos y los regadíos que han dejado tramos de algunos ríos secos.

Se puede seguir pescando con caña, durante todo el año, en todas las aguas de acceso libre no trucheras y en todas estas aguas las truchas que se pesquen serán devueltas al agua.

La pesca del cangrejo rojo sigue abierta hasta el 31 de diciembre


La pesca del cangrejo rojo de las marismas y el cangrejo señal se cierra el 31 de diciembre, sin límite de capturas ni talla. Solamente está permitido el uso de cebos muertos, incluidos trozos de pescado y queda prohibida la utilización de especies exóticas invasoras. Para la colocación de los reteles se podrá ocupar una longitud de ribera que no exceda de 100 metros por pescador, y respetando una distancia superior a 10 metros del retel del otro pescador.

El tamaño máximo autorizado en los reteles es de 50 centímetros de diámetro. Todos los reteles deberán estar identificados con una tarjeta en la que conste el nombre, apellidos y D.N.I., N.I.E. o pasaporte del pescador. También y como novedad se permite el transporte de ejemplares vivos de cangrejo, siempre que se hayan capturado en las zonas delimitadas por la Junta.
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