Una sola bandera para sanar a un León "abandonado"

Si algo destacaba entre las miles de personas que este domingo se han unido a la manifestación por el futuro de León era el magenta de las banderas de una tierra “castigada” y “abandonada” a la que los leoneses quieren cambiar de rumbo. Y para eso han salido a la calle personas de todas las edades, familias enteras, jubilados, trabajadores, niños y jóvenes que en esta ocasión compartían objetivo: alzar la voz y frenar la decadencia de la provincia.

"Estamos viendo que se está yendo la gente fuera a trabajar porque aquí no hay nada, nos estamos quedando sin nada", lamentaba una de las manifestantes, Cristina Martínez, recordando a los familiares "que se han tenido que ir fuera". Para frenar esto que se vive en no pocas familias, ella pedía "que hay que traer cosas para León, porque nos están llevando todo fuera".

Garantizar un futuro para León y parar la sangría demográfica y el deterioro económico era la reclamación de todos los manifestantes, que pertenecían a todos los sectores y pedían diferentes medidas orientadas al mismo fin. Entre ellas, un buen número de personas apostaba por la autonomía de León porque, como defendía José Blanco, "desde 1983 si vemos los datos oficiales del INE o de empleo y desempleo vemos cómo ha bajado en picado y León desde el punto de vista histórico y cultural tiene derecho a su autonomía". Una proclama leonesista que compartía Iván Suárez, como solución a "una región que está siendo abandonada". 

También había un buen número de representantes del mundo rural, que además de desfilar en tractores cerrando la manifestación alzaron la voz por un sector primario "de pena", como lamentaba el ganadero José Manuel Fernández. En la misma línea el agricultor Roberto Alonso, que pedía "mucha más inversión en regadíos" y "que lo hagan más rápido", ya que como recuerda "en el caso de Payuelos que es el que me afecta llevamos 35 años de retrasos y eso es inconcebible para el desarrollo de la provincia". 

Todo para hacer frente a un "abandono" denunciado por los manifestantes que hablaron con La Nueva Crónica, a los que este domingo les sobraron los motivos por los que salir a la calle. "El sector primario de pena, el industrial abandonado y claro, la gente joven se va", lamentaba José Manuel Fernández satisfecho con que "la gente se movilice" porque como dice el refrán "el que no llora no mama". 

Durante la marcha quedó patente también que hay futuro. Jóvenes y niños dispuestos a luchar por una provincia en la que se quedarían si hubiera oportunidades como aseguraba Jeroni Aranda, que con solo doce años sujetaba una de las pancartas asegurando que "yo quiero mi futuro aquí en León" y con esperanza porque "si continuamos haciendo estas manifestaciones seguramente" lo consiga, confía.

Porque a los jóvenes y niños como Jeroni no les falten oportunidades para quedarse en su tierra y tildando de "maravillosa" la unión de la sociedad leonesa que se ha vivido este domingo en las calles de León, los manifestantes han defendido que "es el momento de luchar" por una tierra que "necesita soluciones ya".