Una ruta corta y cultural por el norte de Palencia

El centro neurálgico de la zona se encuentra en Aguilar de Campoo, ciudad industrial que además tiene el centro de interpretación del Románico

Vicente García
05/05/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Cañón de la Horadada y las Tuerces. | VICENTE GARCÍA
Cañón de la Horadada y las Tuerces. | VICENTE GARCÍA
La vecina provincia palentina tiene al norte, cerca de Cantabria una serie de montañas que son la prolongación de la Cordillera Cantábrica hacia el este donde los primeros pobladores conocidos que se asentaron fueron los Cántabros y en la Edad Media los monjes que fundaron sus cenobios y los eremitas que se retiraron a la tranquilidad de sus cuevas. El centro neurálgico de la zona se encuentra en Aguilar de Campoo, ciudad industrial que además tiene el centro de interpretación del Románico, un lugar que es necesario visitar si se desea conocer y estudiar las más características iglesias y ermitas de este estilo en el entorno.

La ruta que ahora se propone incide en esos temas, ya que el comienzo en Olleros de Pisuerga incluye la visita a una iglesia rupestre, excavada en la roca y el final es un castro cántabro en lo alto de un cerro, con vistas al Cañón de la Horadada y a las Tuerces, dos lugares emblemáticos de la montaña palentina. Se trata de una ruta muy corta que se puede compaginar con otras actividades culturales visitando la zona.

Desarrollo de la ruta


Antes de comenzar la ruta conviene visitar la iglesia rupestre de los santos Justo y Pastor, excavada totalmente en la roca, claro referente de lo que han sido las iglesias rupestres medievales, aunque ampliada con el tiempo a lo largo de los siglos para convertirla en parroquia. La visita se concierta en el bar de Olleros.

La ruta parte bajo la iglesia y está señalizada por unos postes con el nombre de la empresa que realizó el trabajo. Un camino que asciende bajo la muralla rocosa donde se enclava la iglesia a veces excavado en la misma roca y que va ganando altura hasta llegar a una cota superior, donde se deja de ver la vega de Olleros y se comienza a visionar el valle y hacia la derecha las elevaciones que van a dar al Castro y a las Tuerces. El camino continúa en dirección nordeste con tierras de cereal a ambos lados y en un momento bajo la línea de alta tensión. Al llegar a una bifurcación se toma el camino de la derecha en dirección Este. El camino se sigue y cruza una pista que se tomará al regreso. Sube entre roquedo y matorral bajo hasta llegar a las murallas del Castro Cildá, desde donde se contempla ya los farallones del Cañón de la Horadada y más al fondo las elevaciones de las Tuerces. Hacia el norte se pueden ver las edificaciones de los polígonos industriales de Aguilar y las montañas palentinas y cántabras, pues al otro lado se encuentra Reinosa. Al sur las vegas del Pisuerga que riega con su enorme caudal todo el cañón de la Horadada.

Se puede contemplar el cañón desde los contrafuertes teniendo cuidado con las caídas verticales y descender a lo largo de toda la muralla del Castro, cuyas excavaciones están visibles.

Para el regreso se desciende al valle, tomando la pista que va a la izquierda en dirección al río Pisuerga, con vistas a Mave. Bajando se pasa otra pista hacia la izquierda que va a la central eléctrica, puede ser un paseo si se desea ver el cañón desde abajo, teniendo cuidado con las vías, pero el camino continúa sin desviarse hasta llegar a la carretera y tras unos metros, se entra en el pueblo donde finaliza la ruta.
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