Una playa con encanto para los leoneses

Una ruta de verano, una caminata con destino en la playa asturiana de Rodiles, muy frecuentada en época de vacaciones por los leoneses

Vicente García
02/07/2021
 Actualizado a 02/07/2021
La playa de Rodiles desde el monte de Rodiles. | VICENTE GARCÍA
La playa de Rodiles desde el monte de Rodiles. | VICENTE GARCÍA
Comienza el verano y los leoneses desean cambiar de aires en estos tiempos tan convulsos. A lo largo del último medio año la comunicación entre Asturias y León se encontraba vetada por los problemas de la pandemia. Aunque no ha coincidido con el verano sí es cierto que muchos leoneses deseaban ver el amplio mar, las playas y las bellezas asturianas, y viceversa. En estos momentos hay muchas ganas de olvidar aquellos momentos y de visitar las playas. Por eso y de cara al verano se propone una ruta en la que se combina la ría, las marismas, la playa, una ascensión con vistas y sobre todo disfrutar del mar asturiano.

Si se visita la página web del ayuntamiento de Villaviciosa, en su sección de rutas no se encuentra la presente y sí otras no tan interesantes. Para los leoneses que amen la montaña puede resultar entretenido hacer este recorrido, mientras sus allegados se encuentran tomando el sol en la playa y pueden hacer lo mismo tras finalizar la ruta habiendo disfrutado del recorrido, contemplando los diferentes paisajes y lugares que componen la ruta.

Tal vez el tramo por carretera en la segunda parte de la ruta sea lo menos convincente que tiene debido a que el arcén no es demasiado ancho y a que algunos vehículos circulan a velocidades inadecuadas (afortunadamente no son muchos). Por ello sería conveniente utilizar chaleco de colores llamativos.

La ruta


Da comienzo la ruta en la ermita de Santa Eulalia de la localidad de Selorio, desde donde parte un camino asfaltado que va hacia la carretera, saliendo a un cruce hacia la izquierda. Se cruza la carretera y se sigue un trecho pequeño por ella hasta llegar a un segundo cruce, donde hay unos contenedores de materiales reciclados en la isleta del desvío, en el que se toma el camino de la izquierda. Desde este punto se va a continuar subiendo por un estrecho camino asfaltado en el que a veces hay construcciones y la mayor parte del tiempo es campo abierto, y después de toda la subida, no muy pronunciada se llega a un cruce de caminos y un alto desde donde se contempla la ría de Villaviciosa y al fondo la playa de Rodiles.

Se baja hacia las construcciones de la zona de Valdeguilar, para llegar a la orilla de la ría de Villaviciosa, bordeándola al lado del muro que separa la arena de tierra firme. Tras este paseo por el borde, se llega a un sendero sobre a una plataforma de madera sobre las marismas que van a cruzar en línea recta a lo largo de poco menos de medio kilómetro, para llegar a la zona de los campings, donde se va por la plataforma al lado del mar pudiendo ver ya las primeras playas enfocadas hacia la ría a la que se accede después, dejando a la derecha un amplio espacio con eucaliptos entre los que hay colocadas mesas y bancos para merendar.

Es poco más de un kilómetro muy agradable a la orilla del mar, para después salir de la plataforma entrando en la playa que se va a recorrer casi por completo, algo menos de un kilómetro para salir por una senda que va hacia el aparcamiento continuando sin entrar en él por una carretera que va ala planta de tratamiento de residuos de Villaviciosa, aunque antes de llegar se toma un camino de gravilla que sube al principio con poco desnivel, para dar una revuelta y seguir una senda algo más estrecha pero muy empinada hasta llegar al alto del Monte Rodiles, de 133 metros, la cota más elevada del recorrido, y siguiendo un poco hacia el Oeste se puede asomar el caminante, teniendo mucho cuidado, para tener vista a la playa que se ve en su totalidad detrás de unos elevados eucaliptos.

La bajada no se va a realizar por el mismo camino, sino que se toma un sendero que baja hacia la izquierda, hacia los acantilados de Punta Rodiles, sin hacer caso de las sendas que bajan hacia la costa, sino del que bordea la punta y que sube y baja, pasando bajo unas rocas, todo ello en un eucaliptal, hasta llegar de nuevo a la otra vertiente para volver a la carretera del centro de tratamiento de residuos; si se desea se puede ir a contemplar los acantilados para después volver hacia la playa, sin entrar en ella, sino pasando por la plataforma que se encuentra entre los merenderos y la playa.

Se vuelve al lado de la ría y a la zona de campings y allí se toma el camino a la izquierda, por zona de marismas, hasta llegar a la Tapia, donde se puede seguir por el camino en tiempo muy seco y si no subir a los prados superiores de la Tapia y con cuidado de no estropear nada se sale al camino que lleva a la carretera, que se ha de seguir con mucho cuidado durante poco más de medio kilómetro, hasta llegar a una curva donde se sigue recto en dirección al pueblo subiendo, sin seguir una carretera a la izquierda ni tomar un ramal que llevaría de nuevo a la carretera. Al final se llega a un alto para descender hacia el cruce de la carretera del inicio, volviendo por el mismo camino al santuario románico de santa Eulalia, donde finaliza

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