Una pedrea para el convento

La ciudad de León entrega un donativo del mil euros a las hermanas concepcionistas y sigue una tradición inmaculista que data de 1656

A. Martínez
08/12/2021
 Actualizado a 08/12/2021
El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, y el teniente de alcalde, Vicente Canuria, con las monjas. | MAURICIO PEÑA
El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, y el teniente de alcalde, Vicente Canuria, con las monjas. | MAURICIO PEÑA
No atraviesan precisamente por una época de bonanza, aunque la venta de dulces que iniciaron hace unos meses les está siendo de gran ayuda. Son las monjas de clausura del Convento de las Concepcionistas, que este miércoles recibieron la visita de los representantes del Ayuntamiento de León en un acto que va acompañado de una misa y de la entrega de un donativo para contribuir al sostenimiento de la orden.

El primer teniente de alcalde, Vicente Canuria, fue el encargado de entregar el sobre a las hermanas. El importe, el de una de las pedreas que cantan cada 22 de diciembre los niños de San Ildefonso, mil euros. «Bienvenido», exclamaron las monjas desde el otro lado de la reja del locutorio del convento. «Bien hallado, como tantos y tantos años me he sentido aquí», replicó Canuria antes de preguntar si habían tenido algún problema de salud derivado de la pandemia y cómo les está yendo la venta de dulces. «Va muy bien. Los leoneses están siendo muy generosos con nosotros», celebraron las hermanas antes de animarse, como es tradición, a cantar el primer villancico de las navidades. En esta ocasión, ‘Campana sobre campana’.

La cita se repite cada ocho de diciembre desde 1656, aunque no quedó institucionalizada hasta el año siguiente.

También se recuperó este miércoles el acto que se celebra posteriormente en la Plaza Mayor, junto a las escalerillas y bajo la hornacina con la imagen de la Inmaculada Concepción. Allí se canta la Salve y se ensalza la tradición inmaculista de la ciudad. El cronista oficial, Máximo Cayón, recordó que el rincón mariano data de 1810, coincidiendo con la invasión francesa. Se consideró entonces que la Virgen había intercedido al permitir la huida de los soldados leoneses después de que uno de los rivales muriese tras caer con su caballo por las escalerillas, en cuyo arco había un fresco con la imagen de la Inmaculada Concepción. «Ella no provocó eso de ninguna manera. Sería algún leonés patriota», comentó entre risas el obispo de León, Luis Ángel del las Heras, tras la explicación del cronista.

Los actos culminaron, como también es costumbre, con el aperitivo en Casa Benito, establecimiento que, junto a la mueblería El Condado, contribuye al mantenimiento del rincón mariano de la Plaza Mayor.
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