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Una oveja para Burkina Faso

03/02/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Llueve con calma. Se agradece esta lluvia insuficiente para los pantanos caseros que trae a mi pensamiento a Burkina Faso, país de África Occidental antiguamente denominado República de Alto Volta dominado por la pobreza e independizado de Francia en agosto de 1960. Su nombre actual es rico en significado: «patria de hombres íntegros». Sin embargo, sólo en eso, en su significado, alcanza la riqueza a Burkina Faso, uno de los países más pobres del mundo, cuya abundante población en su 92% es agrícola, algo bien distinto a lo sucedido aquí, adonde el mundo rural casi ha desparecido.

Llueve, serenamente llueve. El demonio poderoso de Donald Trump acaba de ‘tomar’ La Casa Blanca firmando con orgullo crueles violaciones de derechos humanos anunciadas en su campaña electoral un tanto al estilo hitleriano. El poderoso demonio de Donald Trump , ni por asomo, piensa en la paupérrima población burkinabesa. No obstante, existe una niña negra muy sonriente que se detiene ante mis ojos con una oveja blanca y negra en sus tiernos brazos. Y es que tener animales en tan pobrísimo país africano supone una importante fuente de ingresos y alimentación para las familias donde uno de cada cuatro niños menores de cinco años padece severa desnutrición. Estaría bien regalar cada uno de nosotros una oveja a esas necesitadas familias. Si una vez criada la vendiesen su economía mejoraría y si la utilizasen como fuente de alimentación esos niños famélicos, desnutridos, dejarían de serlo y podrían además asistir a clase en sus, por lo general, alejadas escuelas. Oneges hay que se ocupan de canalizar el dinero que cuesta una oveja. Ya sé, ya sé que habrá quien diga que ese dinero no llega a su destino. En alguna ocasión puede suceder tal, pero sólo en alguna. Lo que está claro, como bien señala el infatigable Padre Ángel de Mensajeros de la Paz, es que jamás llega el dinero que no se envía. Me lo cuentan, también, los ojos avispados, alegres, de esta niña negra con su oveja blanca y negra en brazos, la cual en el mejor de los casos llegará a cumplir 49 años. Pues esa es la esperanza de vida en Burkina Faso. Ah, quien dice una oveja dice cualquier otro necesario regalo. La solidaridad se viste de múltiples formas.
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