Una operación patrimonial de enorme complejidad

La Junta, Fundación Montemadrid y Cabildo presentaron este viernes el proyecto de ampliación y reforma de San Isidoro, que afecta a la Cámara de doña Sancha, el claustro y el Panteón Real, y casi triplica el actual espacio expositivo

Joaquín Revuelta
20/05/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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La Real Colegiata y Basílica de San Isidoro de León, una de las joyas del arte románico en España, será objeto en los próximos años de un importante proyecto cultural de remodelación y restauración que incluye la intervención por parte de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León en la llamada Cámara de doña Sancha, el claustro y el Panteón Real, y el plan museográfico, del que se hará cargo la Fundación Montemadrid, que nace de una serie de necesidades (problemas de accesibilidad, seguridad, conservación preventiva y estacionalidad, entre otras) detectadas en los estudios realizados sobre el actual museo.

Todo este plan de intervención en San Isidoro fue presentado este viernes por la consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, María Josefa García Cirac, y el director de la Fundación Montemadrid, José Guirao, en presencia del obispo de León, Julián López; el abad de la Real Colegiata de San Isidoro, Francisco Rodríguez; el alcalde de León, Antonio Silván, y otros representantes de instituciones provinciales y regionales, como el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo; el delegado territorial de la Junta, Guillermo García, o el director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Saiz.

La consejera avanzó que el grueso del proyecto se desarrollará en los tres próximos años y que podrá ser disfrutado en su totalidad a partir del 2019, sin que ello implique que durante todo este periodo no se pueda seguir disfrutando de la Colegiata como lugar de referencia, de visita turística y de culto. García Cirac también se refirió a los plazos de finalización de las obras en la Cámara de doña Sancha, que no estarían acabadas en el mejor de los casos hasta el año que viene. El presupuesto total de todas estas intervenciones por parte de la Consejería de Cultura y Turismo asciende a más de 1.100.000 euros.

Por su parte, el director de la Fundación Montemadrid, José Guirao, aseguró que nos encontramos ante una operación patrimonial de las más complejas que se han llevado a cabo en nuestro país, donde la investigación no es solo necesaria sino imprescindible, una investigación –matizó – que no solo es documental o historiográfica, sino también arqueológica y que obliga a tomar una serie de decisiones que tienen que ver también con la complejidad de usos que tiene la Colegiata. Guirao destacó la delicadeza y complejidad del proyecto al tratarse de uno de los lugares más emblemáticos de la historia de España, que cuenta con una de las colecciones museográficas más importantes del país, por lo que, aseguró, "no solo hay que ser rigurosos sino temerosos de no hacer bien las cosas".

El proyecto museográfico, que ha sido diseñado por Pablo Rodríguez Frade, premio Nacional de Restauración, y que en labores de investigación ha contado con el asesoramiento del catedrático de Historia del Arte Antiguo y Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid, Isidro Bango, ampliará el espacio expositivo de los 1.200 metros cuadrados actuales a 3.200, lo que supondrá una inversión total por parte de la Fundación Montemadrid de dos millones de euros.

Con el nuevo proyecto podrán visitarse nuevos espacios como la escalera renacentista, el adarve de la muralla o las galerías altas del claustro procesional, además de piezas de incalculable valor no expuestas actualmente como el Pendón de San Isidoro o el ajuar funerario de la infanta doña María. De acuerdo con esta reordenación de toda la Colegiata, el museo se extenderá por el claustro procesional en planta baja y alta, modificándose así sustancialmente el itinerario de la visita.

Por lo que respecta a la intervención en la Cámara de doña Sancha se pretende restaurar y recolocar en sus respectivas ubicaciones los fragmentos de pintura mural del siglo XVI que fueron levantados y que se conservan en la capilla de La Magdalena. También se acometerá la restauración y consolidación de las pinturas murales del Panteón Real que así lo requieran –ya fueron restauradas hace décadas– y se llevará a cabo un tratamiento y protección de las zonas inferiores y sepulturas.
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