Una mirada a Tejeira

La Somoza villafranquina estuvo haciendo competencia durante años con Las Hurdes por el abandono total de políticos propios y extraños

Ramón Cela
14/05/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Foto de Ramón Cela sobre los valles de este pueblo.
Foto de Ramón Cela sobre los valles de este pueblo.
Pertenece a la Comarca Oeste del Bierzo y durante tantos años estuvo haciendo competencia con Las Hurdes por el abandono total de políticos propios y extraños. Afortunadamente para estas últimas, tuvieron la visita del Rey y la cosa cambió, de tal manera que ahora es una comarca con múltiples salidas para un desarrollo acorde con los tiempos que vivimos y que, a la vez que envidiamos, le deseamos una larga redención.

Esto no sucede en la Comarca Oeste del Bierzo, con la desaparición de la política del siempre recordado Don Alberto Pérez Ruiz, sin duda alguna el mejor presidente de Diputación que tuvo nuestra provincia, a esta Comarca,se le puso en ‘stand by’ y debido a esto la despoblación avanza a pasos agigantados de tal manera que en poco tiempo, sólo se visitaránestos pueblos los fines de semana.

Para aquellos que lo ignoren, en la Comarca Oeste del Bierzo, la luz el teléfono, las carreteras y el agua corriente, llegaron con la visita de este señor,quien por fortuna para esta zona era el presidente de la Diputación de León quien tuvo la suficiente sensibilidad de patear uno por uno los más de cincuenta pueblos que, en cierta similitud con el Rey de España, ayudó de forma decidida y sabiendo perfectamente que aquello era lo que tenía que hacer aquel que gobernaba una provincia, en primer lugar, conocerla y así saber de primera mano las necesidades reales o ficticias que pudieran tener estos pueblos alejados de núcleos importantes de población, ya que no es lo mismo ni parecido vivir en el llano que en la montaña y menos en esas condiciones y esto ronda poco más de los veinte años.

Centrándonos un poco más en la Comarca olvidada de La Somoza, hoyles invito a recorrer un pequeño y tortuoso tramo de la carretera que conduce a Tejeira, lugar donde se asegura que dispone de las mejores fuentes medicinales de España ( sin explotar ) entre otros atractivos que pondremos de manifiesto en nuestro recorrido.

La salida es desde Villafranca. La carretera acumula tal suerte de curvas que difícilmente se encuentra una recta de más de cien metros, razón por la cual se han puesto límites de velocidad a cincuenta kilómetros hora, que en algunos casos, sobrepasan la gente joven con las consabidas consecuencias.

Puente de Rey es como un barrio de Villafranca, pero que apenas aporta nada al visitante, por lo que es preciso continuar el viaje sin parar hasta llegar al Puente de Soutelo, que ya desde hace más de veinticinco años esta hecho de hormigón armado y falto de una pequeña pista o carretera de un kilómetro para ahorrarles, a este pueblo y al de Cela, más de doce kilómetros, pero en este país…somos así.

Pronto llegamos a la bifurcación que nos indica La Leitosa, la Fábrica de Armas de Munarriz y la carretera a Prado , Paradiña y Pobladura de Somoza.

Tomamos la carretera que nos llevará aParadasecay antes de llegar a Veigueliña es preciso hacer unas fotos de la imponente y olvidada mina de oro de los romanos. La Leitosa y más abajo la fábrica de armas.Poco o casi nada queda de los monasterios de San Cosme y San Damían, así que continuamos a Villar de Acero pero antes debemos asombranos de cómo llevaban el agua por los canales a la mina de oro.

Ahora debemos hacer una visita al mayor castaño del mundo, El Campano, que mide de circunferencia 16 metros ochenta y dos centímetros y está a solo trescientos metros de la carretera.

Una vez en Villar de Acero, comenzamos a interesarnos por la etimología de este pueblo y enseguida nos daremos cuenta del por qué y la razón de instalar tan cerca de este lugar la fábrica de armas.

No debemosni podemos olvidar una breve visita a la cascada de La Pontiga, se dice que es el lugar más romántico del contorno y donde cientos de enamorados, se juraron y juran, amor eterno. El camino debe de hacerse caminando y disfrutando del frescor del río Tejeira cuyas aguas se desmelenan buscando con ansiedad las que le proporciona esta cascada y ya, entrelazadas y felices,juntas, se deslizan de forma vertiginosa en busca del río Burbia, siempre, claro está, bajo la atenta mirada dulce del Campano.

Ya de regreso del corto paseo, nos encaminamos hacia Tejeira, lugar donde nuestro asombro no tendrá límites al observar de cerca la espadaña de la iglesia de este pueblo. ¿Cómo es posible …y aquí? Esta pregunta nos la haremos con frecuencia, pero esto solo es elcomienzo de una serie de sorpresas que nos va a deparar este lugar sagrado que a nuestro juicio data del siglo XVII.

El porche de la entrada, al recinto amurallado , no es más que una obra de ingeniería de madera, pero al bajar la vista, nos encontramos con una puerta tallada tan finamente que tenemos que creer que tal obra de arte no ha podido ser hecha en un lugar tan remoto y sin útiles adecuados. La puerta principal, nos ofrece otro porche con unos capiteles de madera que ahonda mucho más la sospecha de que todo este conjunto de arte, tuvo que haber sido fabricado en otro lugar y con más medios técnicos que los que allí se podríanencontrar.

La luz diurnalleva nuestra primera mirada a la pila bautismal, que no nos asombra, ya que el lugar estámuy próximo a Porcarizas y Campo del Agua donde abunda el granito, pero al levantar la vista al artesonado, comienza toda una serie de sorpresas que van desde el altar principal barroco con unos hermosos bajorrelieves y una imaginería impropia de un lugar tan remoto. Otros pequeños altares, también barrocos tardíosnos hacen pensar que todo esto no cuadra en un lugar donde no había hasta hace muy poco nada más que un mal caminoconvertido en carretera hace muy pocos años.

Dejé para el último lugarlas andas que cuelgan de la pared, justo a la puerta del recinto, son de forma muy rudimentaria y eso nos induce a pensar quecomo en la iglesia de Porcarizas, al estar tan alejados estos pueblos de núcleos importantes de población, el traslado de los muertos se hacía sin féretro y el enterramiento podría ser con tablas que buenamente podrían hacer los vecinos para que el fallecido no tuviera que ser enterrado directamente en la tierra.
Tejeira es, sin lugar a dudas, una agradable sorpresa ymuy recomendable para aquellos que quieran disfrutar de un paisaje dulce y difícil de igualar.
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