jose-miguel-giraldezb.jpg

Una mala noche la tiene cualquiera

26/05/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Guardar
Este fin de semana que acabamos de vivir en un sinvivir es de esos que te ponen a prueba. Final de la Liga de fútbol, elecciones locales y autonómicas y, sobre todo, Eurovisión. ¿Se pueden superar, casi simultáneamente, tres pruebas de semejante nivel? Pues depende.

Sin afán de polemizar, no quiero pensar qué será de ese ciudadano medio, o más bien medio ciudadano, por lo que voy a decir, al que se le haya ido el equipo a segunda división, España al puesto 21 en Eurovisión (no digo nada si encima es fan del evento, que los hay) y, para colmo, su partido político favorito haya cotizado a la baja en lo del domingo. Por supuesto, como en los futuros pactos, hay diversas combinaciones y permutaciones que pueden suavizar este panorama trágico.

Puedes haber perdido las elecciones, pero que Eurovisión te importe un comino. Puede haber descendido tu equipo pero ser un fan loco de los cantantes suecos, o de los cantantes que se hacen los suecos. Puede haber descendido tu equipo pero ser fan de una candidatura emergente y, además, enemigo declarado del friquismo rampante de Eurovisión. Etcétera.

Como ven, el que no se consuela es porque no quiere. Si contemplamos este fin de semana que acaba de pasar como uno de esos ‘packs’ sorpresa que venden en los centros comerciales, es muy posible que encontremos algo en él que nos satisfaga. Pero si ha bajado tu equipo, perdido tu partido político y eres un loquito de Edurne (y de su novio, De Gea), la verdad es que veo poco arreglo. Habrá que esperar a otro fin de semana denso y profundo, como este. Habrá que aguardar a otro momento crítico.

Pocas veces se da esta conjunción de los astros (o de los desastres). Pero 2015 viene tan trufado de elecciones, con sus correspondientes campañas, que para la alegría y la tristeza siempre hay tiempo. En Eurovisión, en cambio, sólo se puede fracasar una vez por año. Y en la Liga, también. De lo que se deduce que seguramente es mejor ser cantante o futbolista que político. Sin menoscabo de ser las tres cosas a la vez. En fin, que a animarse. Una mala noche la tiene cualquiera. (Ahora, una buena noche, sólo algunos).
Lo más leído