Una herida infectada frena a Coello en Ponferrada

El luchador gaditano, al que recomendaron no pelear, no pudo hacerse con el Campeonato Mundial de la WMC en la capital berciana y cayó ante el tailandés Army Sasiprapa

A. Cardenal
17/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Carlos Coello y Army Sasiprapa.
Carlos Coello y Army Sasiprapa.
Esta vez salió cruz. El luchador gaditano de muay thai Carlos Coello, que el pasado mes de noviembre se puso en la cintura el Mundial WKN en Ponferrada, no logró sumar a su palmarés el Campeonato del Mundo de la WMC, la federación más prestigiosa de la disciplina –cuenta con el apoyo de la casa real de Tailandia, cuna de este deporte– y cayó en el combate ante Army Sasiprapa disputado este sábado en la capital berciana.

El andaluz siempre compitió en inferioridad de condiciones. Una herida infectada en la tibia de la pierna derecha, que en circunstancias normales le hubiera impedido luchar –los médicos le recomendaron que no saltar al ring–, fue decisiva, ya que impidió lanzar la pierna para atacar y apenas podía contener el dolor a la hora de defender.

“Hay cosas que llegan en la vida y tienes dos opciones, quitarte de en medio o dar la cara, todo lo que pudo pasar de forma negativa pasó y me quedo con lo bueno: que tuve la mente fuerte para poder luchar contra la adversidad y poder subir al ring”, explicó el luchador este domingo en sus redes sociales.

Y es que desde que aterrizase de Tailandia con su lesión, Coello ha vivido un calvario, pero retirarse nunca fue una opción. “Llegué con una infección en la tibia que se complicó los días previos hasta tener que pasar la noche antes y después del pesaje hasta las 3 de la madrugada en el Hospital, pinchándome antibióticos y muchas cosas para salvar la pelea, drenándome de forma muy dolorosa la herida y con un riesgo importante que decidí asumir”, confesó.

Pese a la tortura, el gaditano hizo algo más que dar la cara durante la pelea. Desconocedor de la lesión del andaluz, Sasiprapa afrontó el combate con mucha cautela, consciente de que la mayor envergadura del español le concedía ventaja y los dos primeros asaltos fueron de mero tanteo, con algún barrido aislado por parte del tailandés.

El ecuador del combate fue del asiático, aunque Coelloaguantó el tipo y en el último asalto tiró de coraje para meterse en el bolsillo al público y dominar por momentos a su rival, dejando en el aire la decisión de unos jueces que finalmente se decantaron por Sasiprapa.

Poco importó el resultado. Coello, que abandonó el pabellón cojeando ostensiblemente, recibió el cariño y la ovación de un público que reconoció la entrega de un luchador que no necesita cinturones para ser campeón.
Archivado en
Lo más leído