Una final sin color en la que la diferencia de categorías fue más que evidente

El Rodríguez Cleba cumplió con su obligación como anfitrión en la Copa de Castilla y León, que era no fallar en unas semifinales donde se impuso por 38-32 al Handvall de Valladolid, pero no pudo plantar cara en una final donde la diferencia entre categorías fue más que evidente y no hubo color entre ambos equipos.

25-44 se impuso el Aula Cultural vallisoletano, equipo que milita en la máxima división del balonmano español y marcha ahora mismo sexto en ella, a un conjunto leonés superado de principio a final y que al cuarto de hora ya sabía que sería una misión imposible.

Sólo diez minutos aguantó el Cleba en partido. Fue un espejismo de arranque en el que de la mano de una gran Ania Ramos, la mejor con diferencia de las leonesas con diez goles, lograban aguantar el alto ritmo goleador del Aula y caían solo 6-7.

Sin embargo, con el 8-11 llegó el parcial que dejó visto para sentencia el choque, un durísimo 1-1 con el que el Aula ponía tierra de por medio y se iba de 11 (9-20), llegando finalmente diez arriba (13-23) al descanso.

En torno a esos números se mantuvo la ventaja visitante hasta el tramo final, en el que con las jugadores de banquillo en ambas escuadras la diferencia de nivel se agrandó aún más y el 25-44 final fue la máxima renta visitante de todo el partido.