Una feria para lectores nostálgicos

La concejala de Acción y Promoción Cultural, Evelia Fernández, acudía a la feria este jueves 14 de octubre para su inauguración. Junto a ella, el presidente de la Asociación de Libreros de Viejo y Antiguo de Castilla y León (ALVACAL), Manuel Gómez, y el organizador, Abel Vieito, daban comienzo a la feria que desde 2019 no se había llevado a cabo a causa de la pandemia.

Aproximadamente 60.000 ejemplares ocupan las estanterías de las distintas casetas que invaden la zona del Casco Histórico de León. Entre los géneros, destacan sobre todo la novela, la narrativa, el ensayo, la historia y la filosofía. Además, puede encontrarse material muy concreto de autores locales de cada región y contenido dirigido a un público más infantil, como cuentos o tebeos. Aunque los títulos suelen repetirse en los distintos puestos, sus ediciones no suelen ser nunca las mismas. «Cada librería es un planeta» en palabras de Manuel Gómez.

Las librerías protagonistas en la feria de este año proceden de distintas provincias, como León, Segovia y Valladolid. El presidente de la asociación trabaja en el interior de la caseta segoviana de Libros del Reino Secreto. El organizador se encuentra en el puesto leonés de Paraíso Lector y cuenta con varios títulos de autores leoneses. «Aquí es lo que presta», dice. El total de librerías participantes asciende a diez para esta edición.

La celebración anual de la feria suele coincidir en León con la festividad de su patrón, San Froilán. Este año, comienza unos días más tarde y permanecerá abierta hasta el próximo 6 de noviembre. Los ejemplares en venta estarán a disposición del público todos los días de la semana, desde las 11:00 hasta las 14:00 por la mañana y de 17:00 a 21:00 por la tarde.

Se trata de un evento de libros usados y su organizador lo considera una oportunidad debido a que los precios son más económicos que en el caso de los libros de primera mano. La concejala augura un número alto de ventas y resalta la importancia de adquirir libros: «Es positivo y además nos hace mejores personas».

Manuel Gómez confiesa la dificultad para establecer una facturación específica después de cada feria. Cada librería obtiene unos beneficios distintos, aunque el resultado final de la feria en distintas ciudades suele ser homogéneo. Lo que más afecta al número de ventas son las condiciones climáticas, por una parte, y los cambios de localización del evento, por otra. La edición de 2019 se situaba en la Plaza de San Marcelo.

La de León, junto a la de Valladolid y la de Sevilla, es la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión más duradera del país. Desde la asociación, se muestran agradecidos por mantener el evento unos días más. Los costes que supone la organización no difieren mucho al aumentar la duración de la feria y eso permite que, en caso de clima frío o lluvioso, los libreros tengan más margen de tiempo para vender sus ejemplares.

Durante las próximas tres semanas,  las decenas de miles de libros estarán al alcance de la mano de aquellos lectores que buscan nuevos títulos, guiados por la nostalgia de recuperar lecturas antiguas que no se encuentran entre los catálogos habituales de las librerías de primera mano.