El siguiente paso fue presentar un proyecto de intercambio cultural con países de la Unión Europea enmarcado dentro de un Programa Erasmus + KA1, destinado a Asociaciones Juveniles y ONGs, y basado, en su caso, «en el autoconocimiento y la cooperación» dentro de un marco general de Técnicas de Educación no Formal.
No es tan sencillo como decirlo, a bote pronto, señala Gloria del Amo que «uniendo sus conocimientos y los míos, en campos diferentes, nos curramos el programa durante un año».
Y así fue como esta semana pasada andaban por los valles de Sabero y Riaño catorce jóvenes participantes llegados desde la República Checa, Grecia, Rumanía, Bulgaria, Letonia, Lituania y las dos españolas ya citadas, ambas de Castilla y León, «por lo que vamos a pedir que la segunda edición de esta cita, que ya la tenemos concedida, se celebre en una provincia de Castilla y León».
El idioma común de todos fue el inglés y el objetivo común del encuentro era «buscar la manera de crear puentes para la cooperación a través del desarrollo personal, del conocimiento de cada uno de nosotros». Para ello utilizaron herramientas como el teatro, la expresión corporal y los juegos; una búsqueda del autoconocimiento a través de talleres experimentales y vivenciales».
En alguno de los talleres participaron los niños del colegio de Riaño, aprovechando que Del Amo es profesora en este centro. «Con ellos trabajamos fundamentalmente la igualdad, la diversidad y la cooperación; comprobando los niños que no era ningún problema la convivencia entre gentes de países muy diferentes, con idiomas diversos». Los recursos naturales que ofrece el lugar donde pasaron una semana, el paisaje y sus características fueron algunos de los elementos que utilizaron en sus talleres «para controlar las emociones y conocerse a sí mismos y a los demás». Fueron muchos los espacios en los que practicaron, como el bosque de Hormas, el puente colgante entre Aleje y Alejico... «En el río de Aleje planteamos el llamado ‘viaje de los héroes’, que viene a ser una traslación de los retos que te plantea la vida y la decisión a enfrentarte a ellos, de lanzarte a la aventura. Se trata en definitiva de superar los miedos y tratar de dejar un mundo un poco mejor del que hemos encontrado».
La misma filosofía que late detrás de otras muchas de las actividades y talleres que fueron desarrollando a lo largo de la semana. «Situaciones en las que colocamos a los participantes en los papeles del oprimido y del opresor; sesiones sobre el estrés y el distrés y cómo funcionan las hormonas en nuestro organismo cuando activamos ese estado».
Una de las últimas y que, seguramente, más recordarán todos los participantes «fue un paseo por el espectacular bosque de Hormas, fue un paseo de gratitud por estas jornadas que hemos podido vivir en un entorno tan especial».
Las leyendas de la comarca, la conexión con los sueños y la forma de conseguirlos también formaron parte de las vivencias propuestas a estos jóvenes «que ahora llevarán a sus respectivas comunidades y tratarán de desarrollarlas allí; un proyecto personal que seguirán desarrollando en grupo en sus países».
Por un mundo mejor. Como el que sueñan con construir gente como Gloria del Amo y Yolanda Barranco.