Una brecha difícil de suturar

Las familias de las zonas rurales de la provincia disponen de media de casi 6.150 euros menos al año que los hogares urbanos. Un fenómeno que se observa también en el resto del oeste de la comunidad y en el que pesan la despoblación y el envejecimiento

Los pueblos siguen perdiendo capital humano para impulsar iniciativas económicas y ganan peso los hogares ‘pensionistas’
16/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Una barrera más distancia a los habitantes de los pueblos leoneses y de la capital. Las familias de las zonas rurales de la provincia disponen de media de casi 6.150 euros menos al año que los hogares urbanos. Esta brecha se agranda precisamente en las provincias menos dinámicas en lo económico, como es el caso de León, pero también de Zamora y Salamanca, es decir, el oeste de la comunidad. Las diferencias de tejido productivo, de fuerza económica y de oportunidades determinan el nivel económico de los hogares, lo que supone en términos monetarios una desventaja para aquellos que resisten en el medio rural, especialmente, en aquellas provincias menos desarrolladas, en las que además la distancia con las zonas urbanas de referencia es mucho mayor. Y en este escenario tienen especial peso fenómenos como la despoblación o el envejecimiento. El primero, porque el menguante capital humano de nuestros pueblos hace cada vez más difícil el desarrollo de proyectos que generen desarrollo económico. El segundo, porque en los pueblos la fuente de ingresos de numerosas familias son las pensiones de jubilación, muchas vinculadas al campo, que se sitúan en poco más de 700 euros mensuales. Además, los salarios más elevados o los ingresos por actividades económicas vinculadas a sectores industriales, a la administración o a profesiones liberales tienen una mayor presencia en el entorno urbano. Y todo ello hace que la brecha de la renta sea muy difícil de suturar.
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