Una "batalla campal" en la cárcel de Mansilla acaba con varios presos heridos

La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denuncia una "pelea multitudinaria" producida durante la mañana de este viernes, 10 de marzo, en la cárcel de Mansilla de las Mulas. Los hechos ocurrieron sobre las 13:00 horas, cuando se observó desde la cabina del funcionario que se produce una pelea multitudinaria en el módulo 11, departamento que alberga internos de extrema peligrosidad. "La pelea comienza entre varios internos que empiezan a tirarse mobiliario del centro, se observa como vuelan sillas y mesas, partiéndose estas en trozos para intentar agredirse entre los internos del módulo, produciéndose una batalla campal que acaba con el módulo destrozado", destacan desde la asociación en un comunicado.

Se da aviso a los jefes de servicio y resto de funcionarios que acuden para resolver la situación, se procede al aislamiento de seis internos y se consigue controlar el conflicto, donde en ocasiones se vivieron escenas de extrema tensión. Finalmente, tienen que pasar por enfermería varios internos para consulta médica e incluso alguno de ellos ha tenido que salir al hospital, por la gravedad de las lesiones.

Queremos destacar "Una vez más, gracias a la gran profesionalidad de los trabajadores del centro, un incidente de extrema gravedad, por las nefastas consecuencias que podía haber tenido para todos los presentes, ha sido solventado por éstos, aún a costa de su integridad física" por lo que la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones quiere reconocer "su gran profesionalidad".

Desde APFP alertan de la falta de personal que vienen arrastrando los centros penitenciarios de Castilla y León, al igual que en el resto de España, situación que "no se va a ver mejorada a corto plazo", pues son más los funcionarios que se jubilan o pasan a segunda actividad que la oferta de empleo. "También queremos recordar la escasez de médicos en los centros penitenciarios, que obliga a los enfermeros a tomar decisiones para las que no están preparados, dejando la asistencia sanitaria penitenciaria en manos de la video llamada, como medida alternativa a la falta de médicos, situación que no resuelve los problemas reales sino más bien es un parche más, que genera múltiples conflictos", agregan desde APFP.

En este sentido, aseguran que se está produciendo un aumento de las agresiones en los centros penitenciarios debido a dos motivos, la falta de autoridad y la falta de personal. "Estas agresiones se podrían minimizar con la reposición de personal a través de una oferta de empleo público suficiente, pero además reivindicamos el reconocimiento de agente de la autoridad a los trabajadores penitenciarios. Reclamamos la necesidad de disponer de medios materiales del siglo XXI como la pistola táser, así como una formación adecuada en defensa personal para minimizar las actuaciones con los internos, así como grupos de intervención especializada para resolver conflictos", indican en el comunicado.

Es por ello que consideran necesario realizar un llamamiento a la administración para que "tome las medidas oportunas". "Solicitamos más medidas de seguridad y medios materiales que protejan nuestra integridad física en estos momentos tan delicados que sufrimos, con una formación inadecuada en incidentes violentos y sin el número de personal, en la mayoría de ocasiones suficiente, para su intervención", apuntan.

Finalmente, anuncian que seguirán exigiendo al Ministerio del Interior un estatuto propio como marco normativo para los profesionales penitenciarios, el grupo B para los funcionarios del cuerpo de ayudantes, la adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas táser y una actualización retributiva según la equiparación con Cataluña porque "a igual trabajo, igual salario". "Denunciamos una vez más la falta de medios, de formación y la escasez de personal en el centro penitenciario de León en todas las áreas, así como la falta de empatía por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ante las promesas incumplidas, algunas de las cuales siguen aún olvidadas", señalan desde APFP antes de valorar la "gran profesionalidad de los funcionarios de prisiones, que en muchas ocasiones salvan vidas, apagan fuegos y se juegan la vida por llevar a cabo el mandato constitucional de reeducación y reinserción".