Una apuesta segura para el día más feliz de vuestras vidas

Mirador del Ermitage, el lugar de referencia en La Bañeza para varias generaciones

Pedro J. Abajo
25/10/2019
 Actualizado a 01/11/2019
La empresa cuenta con una trayectoria de cuatro décadas de experiencia.
La empresa cuenta con una trayectoria de cuatro décadas de experiencia.
Desde hace cuatro décadas, casarse en La Bañeza o en algún pueblo de la comarca y pretender ese día, el día más feliz de la vida de la pareja, sea recordado por familiares y amigos es sinónimo de un banquete de excepción. Y en ese terreno es imprescindible contar con el restaurante Mirador del Ermitage, una firma de referencia que transmite confianza y seriedad.

Cientos de parejas han confiado al establecimiento hostelero de la ciudad con mayor tradición uno de los días más señalados de su vida, porque la excepcional atención por parte del personal, el alto nivel de la cocina, la elegancia de los salones y esos pequeños detalles que suelen ser grandes detalles y es lo que marca la diferencia diferencia son muchas razones para confiar en una de las firmas leonesas con mayor prestigio en los sectores de hostelería y organización de eventos.

Ana Belén, Alejandra, Francis, Diana, Ainara y Victoria de Samotracia son los salones que ofrecen infinidad de ambientes y posibilidades en función del gusto y del número de comensales, siendo Diana el mayor comedor de La Bañeza, con capacidad para mil personas. Eso sin olvidar los jardines del complejo, donde se celebran enlaces civiles y el cóctel de bienvenida o el fin de fiesta, la terraza, discoteca...

Desde la elección del menú entre una impresionante y esmerada carta con miles de posibilidades hasta la música que va a sonar o la decoración del salón. Todo para demostrar que calidad y precio son perfectamente compatibles y para garantizar a las parejas que su boda va a ser excepcional, porque un día inolvidable «merece que todo salga perfecto». Desde el Mirador del Ermitage se dice siempre: «vosotros os casáis; nosotros nos ocupamos de todo» y esa máxima va más allá que un mero eslógan.
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