Una apuesta por la cultura en tiempos de pandemia

Desde su nacimiento a finales de los años setenta la Universidad de León siempre quiso incorporar la cultura a la educación y si bien es verdad durante los primeros años la iniciativa partió de los propios estudiantes, buen ejemplo fue el nacimiento del Cine Club Universitario a propuesta de un grupo de estudiantes de las Facultades de Derecho y Filosofía y Letras, muy pronto fue la propia institución la que tomó cartas en el asunto y creó el Área de Actividades Culturales al frente de la cual hoy se encuentran el vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes, Isidoro Martínez Martín; el director del Área, César Ordóñez Pascua, y el técnico programador Pepe Tabernero, sin olvidar tampoco el trabajo diario que realizan los técnicos de imagen y sonido tanto en el Ateneo como en el Teatro El Albéitar, Miguel Ángel Barreales Andrés y Ricardo Barrientos Gallego, y en labores de administración y apoyo Ana María San José Saludes y Lorena Blanco Barreales y dentro del Servicio de Extensión y Proyección Universitaria, Mª José Andrade Diéguez. De todos ellos, aunque solo sea por la cercanía, cabe destacar sobremanera a Pepe Tabernero, responsable de la programación, que como indica la propia Universidad «ha sido capaz de crear una identidad propia en el Área, y que trabajando desde este puesto desde hace más de 30 años ha convertido a la programación cultural de la ULE en la envidia de muchas Universidades de nuestro entorno y admirada por muchos de los artistas que pasan por el Teatro El Albéitar y que quedan sorprendidos por la cantidad y la calidad de la programación que cada semana se oferta», indican las fuentes.

Tampoco hay que olvidarse de la labor formativa que hacen los directores de formaciones vinculadas a la ULE, como es el caso de Juan Luis García al frente de Juventudes Musicales, «que es todo un ejemplo de trabajo bien hecho en la captación y el desarrollo de las capacidades musicales de los jóvenes universitarios, en entornos cada vez más complejos para lograr un compromiso y dedicación como esta actividad requiere», señalan desde la ULE, una tarea en la que también está acompañado por Aitor Olivares, director de Coro Ángel Barja JJMM-ULE y de Jairo del Río García, director de la Banda JJMM-ULE. El pasado año, el más complicado por razones obvias de la historia de la entidad, se cumplían treinta años del asentamiento del Área, que, según informan desde la Universidad, «ha llegado a su crecimiento por colaboraciones y convenios con distintas entidades e instituciones culturales, así como acuerdos con diferentes creadores en el ámbito internacional, nacional y por supuesto local. Eso, unido a los recursos propios, ha permitido a la Universidad de León un curso más, proponer una oferta cultural alternativa y complementaria a la que ofrece la ciudad, de carácter ecléctico y abierto a diferentes tendencias artísticas actuales en nuestras áreas de programación».Significativo resulta el dato de las actividades realizadas antes (173) y después de la pandemia (110), lo que pone de manifiesto que ha habido reducción de actividades (los meses de confinamiento duro con la suspensión de la programación) pero que en líneas generales ha logrado mantener un buen nivel de programación con 22 espectáculos de artes escénicas, 19 conciertos, 27 proyecciones cinematográficas, 16 exposiciones, siete talleres, cinco actuaciones de la compañía residente Teatro ‘El Mayal’, nueve actuaciones de la Orquesta, tres del Coro Ángel Barja y dos de la Banda.

Semanas tan complicadas como las que vivimos este mes de enero no han frenado la actividad y esta misma semana la ULE propone varias proyecciones de cine europeo inédito por estos lares y de cara al fin de semana sus propuestas de música y teatro, como son las actuaciones de Ghost Number este viernes y de la compañía Contrahecho Teatro el próximo sábado.