jorge-frances.jpg

Una abstención vengativa

19/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Guardar
Dejé de creer en estos políticos el mismo día que ellos dejaron de creer en mí. Desde que me convirtieron en una ameba demoscópica, en ratón de laboratorio con el que juegan a predecir conductas dejando cebos en las esquinas de los pasillos. No sé qué esperan de la repetición electoral los mismos liderazgos intransigentes, negociadores sordos que se creen en una partida de mus con señas. Hace semanas, no les engañen, decidieron irresponsablemente que España deberá continuar en funciones otro manojo de meses. Cada uno se ha entregado a los susurros deliciosos de su Tezanos que le auguran resultados como oráculos griegos. Sánchez espera someter a las izquierdas sumando un puñado más de diputados. Casado anhela reconquistarle a Vox la derecha de la derecha. Rivera ha vuelto a ponerse el traje de Suárez con el órdago del último minuto, aquella abstención envenenada. Mientras Iglesias… Iglesias continúa danzando en círculos intentando atraparse la coleta. Todos con las cuentas hechas aun sin urnas y sin papeletas. Se suele subestimar lo impredecible del hastío y la desconfianza.

Tampoco debería sorprendernos esa incapacidad para conformar mayorías de estos políticos. No es casualidad que la política de las minorías intolerantes surja en la sociedad apabullada por las minorías represoras y sectarias. La minoría es ‘trending’, ‘cool’ y busca la mayor diferenciación posible para no desdibujarse. La minoría impone, exige y presiona. Solo en su reivindicación se reafirma y guarda casi todas las llaves de las instituciones que tras las elecciones de mayo lograron ponerse en marcha. La mayoría es una integración aburrida y de rebaño, creen que ceder es una ofensa identitaria. Habrá elecciones en noviembre y los gurús de las encuestas ya habrán contabilizado mi voto. Pues puede que esta vez me declare en rebeldía y sea una papeleta ausente en un domingo de invierno. Me traicionaré, como ellos, y me abrazaré a la abstención solo por ser imprevisible. Una abstención vengativa, la única manera posible de formar parte de una mayoría.
Lo más leído