Un verano sin danzas en Fornela

Los pueblos deciden sus pender la arraigada tradición de sus fiestas patronales para evitar aglomeraciones y riesgos de contagio

D.M.
07/07/2020
 Actualizado a 08/07/2020
Danzantes del pueblo de Guímara en la plaza, en una foto de archivo de la comisión de fiestas del pueblo. | L.N.C.
Danzantes del pueblo de Guímara en la plaza, en una foto de archivo de la comisión de fiestas del pueblo. | L.N.C.
Tienen muchos años, tantos, que algunos estudiosos incluso las han vinculado a rituales de los pueblos astures, pobladores prerromanos de la zona.  Sean milenarias o no, tienen al menos documentados cientos de años de tradición durante las fiestas patronales en los pueblos del valle de Fornela y cosntituyen una seña de identidad de cada uno de ellos. Con un hilo en común, pero con sus particularidades propias, cada danza fornela rememora cada año las raíces, a través de los más jóvenes que con el paso de los años se van dando el relevo para que la tradición se mantenga.

Pero este año no podrá ser. El Ayuntamiento de Peranzanes y las agrupaciones de danzantes de los pueblos de Guímara, Chano, Peranzanes y Trascastro han decidido que para evitar riesgos de aglomeraciones que impidan mantener las distancias de seguridad, este verano no habrá danzas en Fornela.  Ni en honor a Nuestra Señora, como ofrecen en los días entorno a cada 15 de agosto los pueblos de Peranzanes, Chano y Trascastro, ni en honor a San Bartolo, tal y como celebran durante las fiestas de Guímara, unas fechas, las de las fiestas patronales, en las que el valle multiplica por más de diez su población.

La corporación municipal,personal técnico del Ayuntamiento, representes de las juntas vecinales y de las agrupaciones de danzantes han acordado
"por unanimidad y con gran pesar la suspensión de las danzas. Dada la crisis sanitaria en la que nos encontramos, considerando que es deber prioritario el velar por la salud de los vecinos del municipio", explica el alcalde Vicente Díaz.

La tradición de las danzas fornelas ha tenido altibajos a los largo de las últimas décadas. En algún momento corrieron riesgo de perderse en algunos pueblos y eso obligó a flexibilizar unas normativas tan estrictas y arraigadas, pero que se han ido adaptando a los tiempos. Por ejemplo, hace ya muchos años que la danza en el pueblo de Guímara la integran tantas mujeres como hombres, con vestimentas de faldas y  enaguas, mientras que más antiguamente sólo los varones podían formar parte de ella. También en los últimos años, no sin polémicas de que prefieren mantener más puras las costumbres, alguna chicas se han convertido también en integrantes de la danza de Peranzanes, manteniendo igual el uniforme blanco que usan los varones.

Banderas, palillos de madera, bandas, sombreros de ala corta, castañuelas, chifla y tamboril son los elementos que caracterizan estas danzas y que este año se echarán de menos en el valle de Fornela, ya sin sus festejos patronales que reúnen a tanta gente.  Aún así, el valle ahí sigue, con todos su atractivos patrimoniales y naturales, para disfrutar más tranquila y espaciadamente a lo largo del verano.
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