De acuerdo con la documentación a la que ha tenido acceso recientemente este periódico, los problemas del trabajador comenzaron con un dolor de espalda que derivó en una baja laboral (IT). A los diez días recibe el alta médica y se incorpora a su centro de trabajo. La empresa le comunica en ese momento que tiene que disfrutar parte de las vacaciones, a lo que accede el trabajador. Estando de vacaciones el afectado vuelve a caer en situación de IT por cuestiones psicológicas, como consta en los partes de baja expedidos por los servicios del INSS. Fue en este punto donde la situación se enmaraña fruto del error administrativo.
En este sentido, es preciso explicar además que el INSS comunica un alta médica a la empresa sin trasladar la misma notificación al trabajador, que días después recibe un burofax de la empresa informándole del despido disciplinario por no haberse presentado a su puesto de trabajo una vez dado de alta. En el mismo burofax se hace constar que en base a las comunicaciones del INSS la segunda baja médica no produce efectos por haber sido tramitada «como recaída del proceso anterior», a pesar de ser patologías distintas, como consta en los distintos partes de baja.
La situación se enmaraña todavía más en las sucesivas revisiones del proceso. El trabajador acudió a Trabajo para impugnar el despido, pero el acto de conciliación con la empresa se cerró sin acuerdo y el caso llegará, si no hay acuerdo antes, ante el juez. En lo que respecta a los errores cometidos por el INSS, las respuestas a los escritos del afectado tampoco arrojan luz al proceso.
Diferentes partes
Con posterioridad al despido y fruto de las acciones del trabajador, la oficina del INSS expidió diferentes partes de baja, llegando en uno de ellos a mezclar las dos patologías para la descripción de la limitación de la capacidad funcional. El enredo se prolonga durante meses sin que se repare la situación laboral perjudicada por la Seguridad Social.
Sin embargo, el INNS concluye «reconociendo la prestación de IT». A pesar de ello, también encontró problemas para cobrar la prestación. Tras una nueva reclamación desde el INSS le informan que para el pago era necesaria una revisión, a la que acudió recientemente. Le dieron el alta y le retiraron la prestación que se le había reconocido. Con el alta, sin prestación, el trabajador tiene que gastar el paro, a la espera de conocer la fecha del juicio con la empresa.
Otros problemas
Cabe recordar finalmente que el anterior no es el único caso en el que los trabajadores han sido perjudicados por fallos en la tramitación de la IT por parte de la oficina del INSS de León. Errores burocráticos han supuesto la pérdida de los días de vacaciones de trabajadores como consecuencia de la falta de comunicación de las altas médicas a los interesados.
No obstante, desde la dirección del INSS de León, que ostenta desde el pasado mes de septiembre José Ángel Garmilla, no se ha dado respuesta a las diferentes cuestiones relativas al asunto planteadas por este periódico. Tampoco se ha podido precisar hasta el momento el motivo de esta cadena de errores burocráticos ni las posibles actuaciones del departamento para solucionarlos.