Un título tras romper los pronósticos

El mejor Cleba de la historia tuvo como premio la Copa ABF que logró en 2006 en León tras ganar por la mínima a unos Ribarroja y Sagunto llenos de estrellas y que brillaban en Europa

Jesús Coca Aguilera
01/04/2020
 Actualizado a 01/04/2020
La plantilla del Cleba festeja el título en San Marcos. | MAURICIO PEÑA
La plantilla del Cleba festeja el título en San Marcos. | MAURICIO PEÑA
Hubo una época no tan lejana en la que las grandes estrellas de esas ‘guerreras’ que tantos éxitos han conseguido no tenían que emigrar al extranjero, sino que militaban en los grandes clubes de una liga española de tremendo potencial y cuyos clubes eran candidatos a todo en Europa.

Una época dorada del balonmano femenino de clubes en España durante la cual desde León llegó una de las grandes sorpresas. Porque ese fue el tiempo en el que de la mano de Jesús Fernández en la presidencia y con Diego Soto de ‘arquitecto’ desde el banquillo, se vio al mejor Cleba de la historia, asentándose en la zona alta de la tabla, llegando a debutar en Europa y logrando el primer título de su historia tras romper todos los pronósticos.

Fue la Copa ABF, que se disputaba la semana previa al inicio de la temporada y que acogió el Palacio de Deportes, valiéndole eso a las leonesas una plaza para jugarla como organizador junto a las tres primeras clasificadas de la pasada temporada.

Un gol de Silvia casi sobre la bocina, tras dar en el poste y en la portera, tumbó al Ribarroja de Marta Mangué En una época en la que el balonmano era una ‘religión’ en León pues el Ademar venía de su época dorada, las chicas también pegaban fuerte y buscaban ir escalando peldaños para colarse entre la élite. Sin embargo, la diferencia de presupuestos con los ‘grandes’ seguía siendo enorme y el Cleba afrontaba el campeonato como gran ‘cenicienta’, con el objetivo por lo menos de competir, plantando cara y no siendo barrido ya en unas ‘semis’ en las que soñaban con la sorpresa.

Un reto que se le quedó muy corto a aquel Cleba que hizo saltar la banca. A aquella plantilla que formaban Cristina y Tania en portería, y Raquel Caño, Sonia, Dara, Vero Cañón, Andrea, Silvia, Deonise, Raquel Valiente, Laren, Oxana, Patricia y Milene como jugadoras de campo, que bajo las órdenes de Diego Soto acabaron grabando con letras de oro su nombre en la historia del club al protagonizar su mayor hito.

Un camino con dos paradas, la primera de las cuales le medía con el Cementos Ribarroja, el cual lideraba una de las mejores jugadoras españolas de las últimas décadas como Marta Mangué y cuyo potencial queda claro con el hecho de que ese año acabarían llegando a las semifinales de la Recopa y ganando la liga.

Barbosa, Macarena Aguilar, o Eli Pinedo estaban en un Sagunto venía de estar en semifinales de Champions’ Sobre el papel, habían tenido suerte en el sorteo, emparejándose con el Cleba mientras Elda y Sagunto batallaban por el otro lado. En la práctica se encontraron un equipo aguerrido que no dio un balón perdido, que tuvo a una gran Cristina en portería, una durísima defensa y a aquella excepcional lateral de la selección brasileña llamada Deonise Fachinello liderando el ataque con seis tantos.

Así, pese a llegar a ir hasta tres goles abajo en la primera mitad, las de Diego Soto nunca se rindieron, se fueron por delante al descanso (16-15) y dominaron durante toda la segunda mitad, aunque sin pasar nunca de los dos tantos de renta, hasta llegar con empate a la acción final. Con el balón para las locales y la prórroga asegurada aguantando el tiempo, la central brasileña Silvia Araújo se sacó un lanzamiento que con una dosis de fortuna, pues tocó en el palo y rebotó en la portera antes de colarse, acababa dando el triunfo por 28-27 al Cleba y metiéndole en la gran final.

La competición era ya un éxito pasase lo que pasase ahí. Sobre todo porque pensar en ir más allá se antojaba una quimera, ya que en la final esperaba un Sagunto que venía de ser semifinalista de ‘Champions’ y tenía en sus filas a jugadoras que han marcado una época con la selección española como ‘Sandhy’ Barbosa, Macarena Aguilar, Eli Pinedo o Verónica Cuadrado, todas ellas dirigidas por la clásica Cristina Mayo.

Sin embargo, el miedo no entraba en el diccionario de aquel Cleba, que cogió una importante ventaja en la que llegó a ir hasta cinco goles arriba, yéndose con cuatro (14-10) al descanso.

El Cleba, tras ir 5 arriba en la final, entró por detrás a los últimos 5 minutos, donde Deonise fue decisiva Verónica Cañón era letal a la contra o desde el extremo, Patricia hacía daño en el pivote y Silvia y Deonise ‘martilleaban’ desde la primera línea. Sin embargo el cansancio hacía mella y el Sagunto se ponía por delante por primera vez con el 18-19 y entraba con un gol de ventaja (23-24) a los últimos cinco minutos de partido.

Otra vez un final de infarto. Y otra vez salía cara. Porque dos tantos de Deonise y otro de Silvia ponían por delante el Cleba, que defendía con el alma el último ataque del Sagunto y se proclamaba campeón tras vencer 26-25.

La cenicienta se convertía en princesa y lograba el mayor hito de un club que en 2011 lograba ganar otra Copa ABF pero de sabor muy diferente (los mejores equipos del momento, como Itxako, Sagunto, Alicante o Bera Bera renunciaron a participar) y que, a base de trabajo e intentando ir paso a paso, busca desde División de Plata intentar volver a ascender a la máxima categoría y soñar con repetir algún día momentos tan gloriosos.

Soto: "No se esperaban que pudiéramos jugar a este nivel"


«Fue algo extraordinario porque supuso un cambio de tendencia en el balonmano español tras 20 años ganando todo los valencianos. Fue el inicio de una era nueva que continuó luego a otro nivel Itxako».

Así recuerda aquel triunfo el técnico que dirigía al Cleba, Diego Soto, al que «lo primero que me viene a la mente al pensar en ese torneo fue el cómo sorprendimos con una capacidad de juego de muy alto nivel, no se esperaban que pudiéramos hacerlo como para ganar a esos equipos».

Y es que Diego señala que «apenas una semana antes habíamos sido vapuleados en Ponferrada en un amistoso por Gijón, que estaba llamado a estar en la parte baja, pero en casa sabíamos que teníamos que dejar buena imagen, aunque nosotros mismos nos sorprendimos».
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