El director del Musac, Manuel Olveira, acompañado por los comisarios y artistas, destacó que las tres exposiciones que hoy se abren al público «inciden en conceptos o ideas que ya habíamos presentado en las exposiciones de junio, porque todas ellas tienen en común una aproximación a la idea de naturaleza, a la idea de territorio, a la idea de coexistencia con la tradición», señaló Olveira, que se detuvo en primer lugar en la muestra comisariada por el director del CDAN de Huesca, Juan Guardiola, con el título ‘Provincia 53. Arte, territorio y descolonización del Sáhara’, para destacar que es la primera exposición que se realiza en España con ambición sobre el Sáhara para hablar de su historia y también de su actualidad. Olveira puso el acento en el hecho de que las obras que se presentan y que corresponden a medio centenar de artistas se han hecho en colaboración con las organizaciones culturales que están desarrollando un trabajo muy importante y necesario en la zona, como es el caso de Fisahara y Artifariti. «También hay que destacar algunos aspectos que tienen que ver con la cultura vernacular saharaui, pues si vemos la obra de Federico Guzmán, esta jaima, podemos apreciar que las telas están hechas por las propias mujeres del lugar y muchos de sus elementos decorativos tienen que ver con las experiencias de la cultura, la vida y el arte tradicional».
Sobre el proyecto que Susana Velasco presenta en Vitrinas bajo el epígrafe ‘A partir de fragmentos dispersos’, Olveira puso especial énfasis en la colaboración de entidades como la Escuela de Arte, la Diputación Provincial a través del Museo Etnográfico de Mansilla de las Mulas o la Fundación Sierra Pambley, además de asociaciones de vecinos que Villalfeide, Pedrún de Torío y la Cabrera. «Es muy importante reseñar que aunque este proyecto viene firmado por Susana ha generado una red de personas y de instituciones que han colaborado para hacerlo posible y para mostrar precisamente cómo la arquitectura y las formas arquitectónicas se relacionan con un paisaje, con unos materiales y también con una historia, con una tradición que da forma a todo ello», señaló.Por último, la muestra que acoge el Laboratorio 987 con el título ‘Las filanderas: acciones para activar el espacio público’ y que ha sido fruto de la colaboración entre Estíbaliz Sádaba y el colectivo Pelos feministas ha permitido a la artista, a partir de una tradición fuertemente arraigada en León, hablar de temas actuales como el papel de la mujer, del feminismo y sobre todo de la situación en el mundo rural. «Es una forma de reclamar que hay formas tradicionales que han servido para negociar nuestra participación en el espacio público», concluyó el director del centro de arte.