Un sueño que se va en una centésima

Solo una centésima de segundo acaba con la participación de Saúl Ordóñez en los JuegosOolímpicos en una primera ronda en la que un tropiezo condicionó al atleta berciano

Jorge Alonso Macía
31/07/2021
 Actualizado a 31/07/2021
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Dividan un segundo en cien partes. Un pestañeo. Eso fue lo que le sobró este sábado a Saúl Ordóñez para alcanzar las semifinales de los Juegos Olímpicos en los 800 metros, una cruel eliminación para el atleta berciano, que mereció mejor suerte en una primera ronda que él mismo consideraba «asequible», pero que comenzó torcida desde el inicio.

Y es que tienen los Juegos cosas principios que desde el punto de vista competitivo son difíciles de explicar, pero que responden a los valores que un día movieron esta cita y que hoy no son más que una excusa para venderla mejor. Es por eso que cada prueba se guarda plazas de universalidad que tienen como objetivo que todos los países del mundo tengan representación. En la serie de Ordóñez había uno de ellos, James Nyang Chiengjiek, con una mejor marca de 1:54.95, casi 10 segundos peor que la del resto de los atletas en la serie. El sudanés del sur, que competía en el equipo olímpico de refugiados, está lejos de competir en las grandes citas y de los códigos que en ella se siguen y eso termina siendo una preocupación para el resto. Corriendo en la calle al lado de Ordóñez, al abandonarlas Chiengjiek se cruzaba por delante del berciano, con el que tropezaba, yéndose al suelo él y obligando al atleta español a evitarle con un salto.

Un revés inicial para el de Salentinos, que al menos le permitió seguir en competición aunque a cola del grupo y desgastar más de lo debido para seguir la estela de los líderes. Lo terminaría pagando en los últimos metros, donde encerrado entre el tunecino Ayouni y el australiano Hunter no encontró su espacio para esprintar y terminó siendo quinto con una marca de 1:45.98, que pese a todos los condicionantes era su cuarta mejor marca del año y la única conseguida en una competición ya que las otras tres fueron en mítines.

No entraba por tanto el berciano entre los tres primeros y no lograba la clasificación por puestos, pero mantenía la esperanza de poder ocupar uno de los 6 mejores tiempos. Le duró poco la ilusión ya que en la siguiente serie, en la que Adrián Ben confirmó la única presencia española en semifinales con al eliminación también de Pablo Sánchez-Valladares, Ordóñez caía por una centésima a la séptima plaza de los mejores tiempos que no lograban el pase directo, quedándose por tanto fuera de la siguiente ronda. Era el francés Pierre Ambroise Bosse el que marcaba el corte con un doloroso 1:45.97 queaguantaría ya las dos series restantes para hacer la criba.

Un cruel final para el atleta de Salentinos, que tuvo pendiente de él en plena madrugada a todos los aficionados españoles al atletismo y especialmente a los bercianos y a los leoneses. Desde ayer, el deporte le debe una y a buen seguro se la pagará.
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