Un sueño de Resines

Ganó Tamames. La moción de censura triunfó. No quedó claro cómo, la ausencia del diputado Casero no hizo fácil señalar culpable. Según una teoría, muchos se equivocaron de botón a causa de la dormidera provocada por los discursos; según otra, fue un fallo del sistema informático: las computadoras siempre han sido muy de derechas. No había vuelta atrás, Tamames sería presidente del gobierno. Mientras acudían a felicitarlo el anciano gritaba despavorido «¡Apártense, qué quieren de mí, quítense de en medio, atrás!» Los ujieres de la cámara lo llevaron en volandas a por una tila.

Costó convencerlo: su inexperiencia en las redes sociales le hizo creer que todo era una broma virtual. Puñetero internet, clamaba, no vine yo para cuchufletas. El partido que lo propuso tampoco daba crédito y Abascal rumió una nueva moción para suplantar al transido profesor; «va a ser mucha potra repetir jugada», acabó por resignarse. Pidieron al aspirante que renunciara pero ni de coña, afirmó tajante, llevaba esperando esto desde que no pillé cacho en el PCE, dicen que rezongó. Todo son rumores.

El discurso de investidura, titulado ‘Dice usted de mili’, duró tres sesiones de quince horas. Nadie contestó. Los pocos diputados presentes en el chorreo habían perdido la porra celebrada previamente para soportarlo. El ambiente era de abatimiento y un poso de apatía cimentaba cada reacción. Sánchez se echó a la carretera de nuevo. Yolanda Díaz prodigó datos y biquiños. A la rueda de prensa de Ciudadanos asistió un solo ciudadano; la de Podemos se celebró en Sol. Cuca no lio camorra. Se vio a Casado y Ayuso brindando en aquel restaurante de Rajoy…

Al poco, se nombraron cargos: Sánchez Dragó ocupó Educación y Cultura, que rebautizó Ministerio de Civilización Occidental Católica y Tauromáquica García Gallardo se hizo con el Ministerio de Familias y Energías Nucleares, Espinosa de los Monteros, obviamente, fue nombrado ministro de Caza y Monterías, Ortega Smith obtuvo el de Alimentación Carnívora y Abascal se reservó Memoria Cainita y Pecholobadas aparte la portavocía de sí mismo. Margarita Robles siguió al frente de Defensa y Feijóo, convocado a Moncloa, salió como Subsecretario de Ausencias y Equidistancias. Nombró a Mañueco Director General de Ordinariez Institucional.

Se prohibió toda opción sexual ajena a la tradición: todo siguió igual, por tanto. La postura del misionero pasó a llamarse del apóstol (de España). Volvió a no gustar que las mujeres llevaran minifalda a los toros. Sabina grabó el himno de España con letra de Bertín. Cataluña fue rebautizada Marca Hispánica y Euskadi Españadi. Se trasvasó agua a tantos sitios que acabó por secarse en el camino. Las borrascas fueron declaradas patrimonio cultural inmaterial. El Ibex cayó hasta que Tamames intervino la banca y organizó un Monte de Piedad gestionado con pagarés manuscritos. Se construyeron vallas altísimas que solo sirvieron para que Ceuta y Melilla vivieran a la sombra. La Semana Santa duró mes y medio.