Un ruta babiana con dos caminos

La marcha desde la Sierra de los Grajos al Panazal con dos posibles variantes

Vicente García
17/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Subiendo con Peña Ubiña al fondo. | V.G.
Subiendo con Peña Ubiña al fondo. | V.G.
La zona de Babia es una región leonesa con mucha variedad de paisajes y en los alrededores de San Emiliano y Huergas, bajo el aura protectora de las Ubiñas, el Montihuero y la Crespa. Hay una serie de valles y sierras donde pasaban los veranos los grandes rebaños venidos de Extremadura, por sus jugosos pastos y hermosos paisajes. Valles y cumbres en las que siempre es agradable andar y mucho más en época primaveral.

Se propone una ruta con dos posibilidades: por un lado una sencilla y cómoda que pasa bajo las Cintas de la Barrera y la Sierra de los Grajos y baja desde el valle de Naves hacia el Panazal y otra más complicada, igual que la anterior pero con una subida al Pico del Castillo y sobre todo una bajada espectacular para la que hay que estar muy bien preparados y hacerla con mucho cuidado, tiene una longitud menor, pero mayor desnivel.

Desarrollo de la ruta


Comienza la ruta en la localidad de Villafeliz de Babia desde donde hay que ascender hacia el Noroeste siguiendo viejo camino en lo más alto del pueblo hacia la izquierda que más tarde se va hacia el Este para llegar a la línea de cresta. Desde allí se sube sin llegar a ellas, a las Cintas de la Barrera, otra serie de elevaciones que se deben bordear por la izquierda a partir de las cuales hay que bajar y luego subir en un continuo tobogán, como los que suele haber habitualmente por estas tierras con muchos hoyos y dolinas, sin embargo a pesar de ligeras bajadas casi todo el camino es en ascenso, con repechos fuertes y tramos más llanos. Hay que intentar no adentrarse en el interior de la Sierra, a no ser que se vea bien el camino a lo lejos, pues muchos senderos finalizan en alguna dolina y el tobogán suele ser mucho mayor.

Tras una subida bastante pronunciada se llega a un alto donde el camino desciende. Se puede bajar por ese camino y perder altura, teniendo en cuenta que más tarde se ha de recuperar antes de la bajada al Panazal, o bien se puede seguir por las trochas de ganado sin perder altura, para dividirse en este punto. Esta ruta más sencilla llega al alto donde se comienza la bajada para encontrar en la parte de abajo el camino del Panazal que hay que seguir hacia la derecha.

Quien desee la ruta más difícil y complicada subiendo al Pico Castillo debe tomar un camino que asciende hacia él Quien desee la ruta más difícil y complicada subiendo al Pico Castillo debe tomar un camino que asciende hacia el mencionado pico. La subida es cómoda por senderos, aunque hay que pasar bajo una alambrada bastante deteriorada para luego seguir subiendo y llegar a la loma desde donde se ataca la cumbre, donde al final se llega. La cumbre es una línea más o menos de la misma altitud pero con una larga cresta. Desde ella se contemplan todas las cumbres circundantes en especial las Ubiñas, el Morronegro, el Ferreirúa y las cumbres babianas de la Crespa y Montihuero, los picos de la Sierra de la Cañada, el Penouta y la Filera que separan Babia de Omaña, las de la Lastrona y al fondo la Casa de Mieres y cumbres asturianas. Una visión espectacular de un panorama magnífico. En la proximidad se ven las cimas de los Grajos, ligeramente más elevadas que el Castillo, pero abigarradas y en grupo frente a la individualidad alargada de esta cumbre.

Bajar desde aquí al Panazal puede ser bastante complicado puesto que las canales de descenso son bastante fragosas. Entre los Picos Chicherinos hay una bajada así como las canales entre otros picos bajo la cumbre Oeste del Castillo. Solamente hay que buscar las rutas más adecuadas y bajar evitando las zonas verticales, hay que saber que la roca tiene piedras que pueden hacer resbalar al más cauto y que hasta el Panazal se desciende 500 metros de golpe en menos de un kilómetro de distancia.

Se llega al Panazal, una vega muy hermosa que tiene un río seco en la mayor parte del año. Kilómetros de pastos verdes en los que apenas hay árboles y muy pocas escobas del otro lado del arroyo. A la mitad del camino hay que ascender una loma y después continúa una sucesión de falsos llanos, con alguna que otra cuesta pero casi siempre en descenso que se hace más pronunciado a medida que se acerca a una fuente, la fuente d de la Loba y una caseta refugio que hay ya en las proximidades de Villafeliz, adonde tras unos quinientos metros finaliza la ruta.
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